La Policía pide información sobre los extranjeros alojados en viviendas privadas
Miles de turistas se alojan en la República Checa sin que la Policía de Extranjería se entere de su estadía en el país. Los servicios de alojamiento privado, como el Airbnbn, generalmente no reúne datos sobre sus clientes. El Ministerio del Interior se propone cambiar esa situación y supervisarlos con más severidad.
Los dueños de los establecimientos de alojamiento tienen la obligación de pasar esos datos en tres días, a más tardar, a la Policía de Extranjería y archivarlos en forma escrita durante un periodo de seis años, como mínimo, según precisó Otakar John, gerente de uno de los hoteles praguenses.
“El motivo es claro: la seguridad y el registro de las personas que se encuentran en el territorio de la República Checa”, dijo.Los que ofrecen alojamiento privado, como el portal de Internet Airbnb que ampara el mercado de reservas de viviendas privadas, deberían apuntar sus clientes y archivar los datos también.
Sin embargo, la práctica muchas veces difiere notablemente de la realidad, según se quejó el presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes, Václav Stárek.
“Solo en Praga se trata diariamente del alojamiento en unos 8.000 apartamentos donde dudamos si esto sucede y todo está en orden”, afirmó.La Policía considera el servicio Airbnb como alojamiento privado, aunque se ofrece por pago, así que la obligación de inscribirse en el país pasa al extranjero en este caso y no al otorgador de dicho servicio.
El ministro del Interior, Milan Chovanec, reconoció que se da cuenta de la imperfección del sistema y subrayó que ha pedido a la Policía que rectifique la situación.