La película queer china Moneyboys llega a una Chequia aún impactada por los asesinatos homófobos de Bratislava
El director de cine C. B. Yi estrenó en Chequia su largometraje Moneyboys, que trata sobre los jóvenes que se dedican a la prostitución en China. El estreno coincide con la ola de inquietud dentro la comunidad LGBTQ+ checa motivada por el asesinato de dos homosexuales en Bratislava el 12 de octubre.
En los cines checos se puede ver ya la película queer china Moneyboys, del director de origen chino radicado en Viena C. B. Yi. El drama, que trata sobre un joven chino, Fei, que se gana la vida como un trabajador sexual, registró un gran éxito internacional, por ejemplo, en el festival de Cannes.
Con motivo del estreno praguense, el propio director Yi conversó con la Radio Checa y explicó cómo llegó hasta la cuestión de los hombres que se prostituyen en la China actual.
“Llevo 30 años viviendo en Viena. Me fui de China siendo un adolescente y volví por primera vez debido a mis estudios universitarios. Estando allí me di cuenta de que muchos compañeros no tenían dinero para estudiar. Uno de ellos, por ejemplo, tenía a su madre muy enferma y a escondidas ganaba dinero como moneyboy, se prostituía. Me pareció que muchos coetáneos míos no vivían para sí mismos, sino para sus familias, para el Estado, para un conjunto más grande”.
Explica Yi que todos los acontecimientos de la película están basados en hechos reales, en historias verdaderas recopiladas sobre los prostitutos que el propio director llegó a conocer. Yi admite que es una película llena de melancolía que intenta crear una atmósfera muy específica. Este objetivo se consigue mediante unos encuadres ininterrumpidos. “Si habláramos de un tema personal o íntimo y usted se sintiera incómodo, intentaría cortar la situación, cambiar de tema. Y esto es lo que hace el montaje. Yo decidí enfocar la cámara y no apartarla”, sostuvo el director Yi en entrevista para la Radio Checa. También aclaró por qué eligió el tema de la prostitución masculina en China para su ópera prima.
“Pensé que mi primera película podía desarrollarse en China. Creo que uno debería debutar con un tema con el que se siente muy cercano. Por otro lado, estuve contemplando, cómo sería mi vida si me hubiera quedado en China. Tal vez no hubiera estudiado dirección, quizás también habría vivido más para el colectivo. En China una persona es como una hormiga pequeña en un hormiguero enorme”.
Precisa Yi que la película no se rodó en la China continental, sino en la isla de Taiwán. Aunque, según el director, hubiera sido posible realizar el rodaje en la China continental también, es verdad que el Estado emite unas recomendaciones oficiales que sugieren a las producciones de películas evitar protagonistas pertenecientes a la comunidad LGBTQ+. Una comunidad que, de acuerdo con el director, merecería más atención, y no solamente en el cine chino.
“Existen películas sobre la prostitución femenina, pero hay muy pocas sobre las comunidades LGBT y todavía menos sobre los moneyboys. A mí me llamó mucho la atención que estas personas, estos jóvenes, vivieran en una sociedad patriarcal, en el comunismo confuciano, sabiendo que pueden ser condenados a unas penas muy duras por prostituirse. Yo quería averiguar por qué lo hacían. La mitad de los moneyboys son homosexuales y viven con sentimiento de culpa porque la sociedad les dice que no son normales. Intentan servir a los demás, ser buenos chicos, portarse bien, ganar dinero para sus familias, merecerse el amor y el respeto. Y eso es lo que hace nuestro protagonista Fei”.
Dice Yi que la homosexualidad en China no es considerada un delito. Pero, por otro lado, Moneyboys no consiguió entrar en los cines chinos, solo se presentó en el Festival de Cine de Hong Kong.
En Chequia, el film formará parte del festival de películas queer Mezipatra, que comienza el 3 de noviembre en Praga, y se prolongará durante una semana, pasando después a la ciudad de Brno.
Todo parece indicar que la 23 edición de Mezipatra ganará más atención que en los años anteriores debido a la gran ola de inquietud dentro la comunidad LGBTQ+ checa, motivada por el asesinato de dos homosexuales en Bratislava el día 12 de octubre.
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Aunque las manifestaciones del orgullo gay tradicionalmente acontecen en la capital checa durante el mes de agosto, el asesinato de Bratislava motivó una manifestación extraordinaria que se llevó a cabo este sábado. Cientos de checos acudieron con banderas arcoíris y carteles que decían, por ejemplo, “El odio mata”, “No quiero temer llevar a mi chica de la mano” o “No nos dejen morir”. Los oradores de la manifestación sostuvieron que esas muertes podrían y deberían motivar cambios en la sociedad para que la comunidad LGBTQ+ deje de experimentar la discriminación cotidiana.