La mayoría de las empresas checas, a favor de las sanciones contra Rusia
Un 70% de las empresas checas no siente los efectos negativos de las sanciones comerciales impuestas a Rusia y se muestra a favor de su puesta en marcha. La mitad incluso aprobaría medidas más estrictas. Más información con Carlos Ferrer.
Concretamente, el 70% de las empresas encuestadas no cree que las pérdidas provocadas por el embargo a Rusia sean desmesuradas y está a favor de su puesta en marcha. La mitad incluso endurecería las sanciones.
Desde la Asociación de Exportadores se ve la ambivalencia del Gobierno checo respecto al conflicto de Ucrania como una muestra de debilidad y se agradecería una postura más tajante, como sostiene su vicepresidente, Otto Daněk.
“La historia nos lo ha enseñado muchas veces, e incluso lo hemos tenido que vivir en nuestra propia piel. Es cierto que la política no debería mezclarse con los negocios, pero si la situación se desarrolla como se está desarrollando, deberíamos dejar claro al mundo en qué bando estamos y qué punto de vista tenemos”, dijo.Una opinión distinta tiene Josef Středula, presidente de la Confederación Checomorava de Uniones Sindicales.
“La Federación Rusa es un país que claramente tiene un gran potencial para las empresas checas, y estas lo saben. Las sanciones, por ejemplo en cuanto a las mercancías de doble utilidad, y las consiguientes represalias rusas, ya han comenzado a tener consecuencias, no solo en artículos concretos, sino en futuras oportunidades de negocio. Creo que a cada exportador le interesan las posibilidades que hay para vender fuera, dónde hay potencial y dónde lo perdemos. Al fin y al cabo estamos hablando de puestos de trabajo”, señaló.
Otra cuestión es si las empresas afectadas deberían recibir una compensación del Estado. El 55% está en contra de esta medida, aunque tres cuartas partes de las compañías sondeadas sí que verían con buenos ojos una reducción de los pagos a los seguros médico y social.Las sanciones de la Unión Europea a Rusia vienen motivadas por la intervención de este país en el conflicto ucraniano y se centran en el mercado de capitales, la industria bélica, los llamados productos de doble utilidad, que podrían destinarse a uso militar, la tecnología petrolera y otras mercancías consideradas sensibles. A su vez Rusia ha embargado los productos agrícolas europeos que el país es capaz de producir por sí mismo.
De acuerdo con el Ministerio de Industria y Comercio, las sanciones significarán una pérdida para las empresas checas de 80 millones de euros y la destrucción de 700 puestos de trabajo, y la reacción rusa amenaza con hacer perder 10 millones de euros y 130 empleos. De momento las exportaciones checas a Rusia han menguado en un 6%.