La matrícula soñada
Los conductores checos podrán individualizar las matrículas de sus vehículos. El Ministerio de Transportes presentó una enmienda a la ley que busca oficializar la combinación de letras y números en las matrículas de los vehículos siguiendo los deseos e imaginación de sus propietarios.
El Ministerio de Transportes presentó una enmienda a la ley de tránsito, todavía por aprobar, que permitirá a los conductores comprar de manera oficial matrículas personalizadas, según explicó el ministro Pavel Dobeš a la Radiodifusión checa.
“Los interesados presentarán una solicitud con la combinación de números y letras deseada. El precio de un juego de matrículas personalizadas será de unos 400 euros y el dinero recaudado se empleará, por ejemplo, en campañas de seguridad vial”, matizó el ministro.
Además de los recursos para las arcas del Estado, la decisión de vender matrículas personalizadas busca poner fin al trato preferencial que recibían los llamados “padrinos” que sobornaban a los funcionarios del Departamento de Tránsito, para recibir matrículas con llamativas combinaciones de números.Como “padrinos” se conoce a los nuevos ricos, empresarios adinerados y en muchos casos hasta políticos que circulan por las calles del país en automóviles de lujo. Para demostrar su poder “compran” matrículas con combinaciones de números llamativas como por ejemplo 0007 que, desde su perspectiva, aumenta su cotización pública.
Entre los “padrinos” y los funcionarios públicos encargados de entregar las matrículas surgió una relación comercial ilícita. El mejor postor se lleva la ‘matrícula soñada’, el funcionario se queda con el dinero y ante la impotencia de las autoridades el negocio florece.
Con la personalización de las matrículas el Ministerio quiere poner fin a la extraña moda impuesta por los “padrinos”, terminar con el abuso de los funcionarios y ofrecer igualdad de condiciones a todos los conductores.La imaginación no tiene límites, lo que brinda a los conductores un sinfín de posibilidades, con la excepción de palabras ofensivas o aquellas que sugieran que se trata de un vehículo de uso oficial, por ejemplo de la Policía o de otra institución del Estado.