La kakimanía ya está aquí

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‘El Kaki Persimon está aquí’, dicen unos llamativos carteles ubicados en las estaciones del metro de Praga, en los medios de transporte urbano, así como en otros sitios de la capital. Semejantes anuncios que invitan a los checos a probar esta sabrosa fruta de la variedad Rojo Brillante valenciano, han aparecido también en otras ciudades de la República Checa.

Rafael Perucho Mañez, gerente técnico de la D.O.Kaki de Valencia que se dedica al cultivo del kaki, dijo a Radio Praga que quieren dar a conocer a los checos las diferentes formas de preparación del kaki, además de su consumo en forma natural. Recalcó también la importancia del mercado checo.

„La importancia del mercado checo lo demuestra el que la República Checa fue nuestra primera sede en los antiguos países del Este y para nosotros fue una puerta de entrada muy importante a esa zona. A pesar de ser un país relativamente pequeño, es uno de los consumidores por habitante más importantes del kaki en estos momentos”, señaló Rafael Perucho Mañez.

El gerente español apuntó que en Valencia se especializan en el cultivo de la variedad Rojo Brillante y sus especies, el kaki Clásico que se consume en forma natural por su pulpa blanda y el kaki Persimon que tiene una pulpa más consistente. Por ello, además de su consumo natural se puede usar para la preparación de mermeladas, helados, dulces, etc. Según Rafael Perucho Mañez, el 40 por ciento de la producción del kaki valenciano se queda en los mercados nacionales, mientras que el 60 por ciento se destina a la exportación.

“Se exporta a todos los países de Europa, aunque en cantidades pequeñas, si se compara con las cantidades que nosotros producimos, y su exportación es insignificante también todavía comparado con otras producciones, como los cítricos y la fruta de verano. Son cantidades pequeñas del kaki, pero que prácticamente se están repartiendo por toda Europa” dijo Rafael Perucho Mañez.

El cultivo del kaki en Valencia data de mediados del siglo XX, pero un mayor auge comercial lo registró recién en la década de los noventa. Hasta entonces siempre habían existido árboles aislados, más bien para autoconsumo. Más tarde aparecieron plantaciones con fines comerciales, aunque muy pocas, para un mercado reducido, según sostuvo Rafael Perucho Mañez.

“Hasta hace unos 10 años, con el cambio de la forma de consumo, es cuando realmente el cultivo ha experimentado un crecimiento muy importante. A partir de entonces ha sido para los agricultores de esa zona una alternativa a la producción de cítricos, que está teniendo muchos problemas de rentabilidad. Y el cultivo del kaki les está abriendo otra puerta para poder producir y vivir dignamente”, dijo Rafael Perucho Mañez.

En el marco de la campaña de promoción del kaki Persimon en la República Checa, entre el 10 y el 12 de noviembre próximos podrán degustar esa delicia alimenticia con gran contenido de vitaminas y otros importantes elementos nutritivos también los escolares checos. El kaki Persimon de Valencia será ofrecido de merienda a los alumnos en 30 escuelas de enseñanza básica en Praga, Brno, Ostrava y Pilsen.