La joyería checa se enseña en Palestina

Foto: Štěpán Macháček, ČRo

Las esencias de la larga tradición de la joyería checa se dan a conocer en el Oriente Próximo. Los maestros de la Escuela de Artes Aplicadas de la ciudad de Turnov pusieron en marcha un proyecto de enseñanza de joyería para mujeres palestinas a fin de facilitarles su sustento en una región afligida por una alta tasa de desempleo.

Foto: Štěpán Macháček,  ČRo
La Oficina de Representación de la República Checa en la ciudad palestina de Ramala junto a la Escuela de Artes Aplicadas de Turnov iniciaron cursos de joyería en la pequeña localidad de Tubas, situada en la región noroeste de Cisjordania.

El maestro Jiří Kmošek imparte clases para un grupo de ocho alumnas, a las que no les faltan ganas de aprender, según afirmó el joyero para la Radiodifusión Checa.

“Comenzamos a las 9:30 de la mañana y tenemos que establecer a qué hora se acaban las clases. De no ser así, las alumnas se quedarían aquí hasta la noche. Ya podemos ver obras creativas realizadas sin ninguna intervención de nuestra parte, es un avance muy rápido”.

Las incertidumbres iniciales sobre la aceptación de los maestros checos por un colectivo femenino se esfumaron nada más llegar a Palestina. El idioma tampoco supone un obstáculo, afirma el joyero Jaroslav Prášil.

Jiří Kmošek,  foto: Štěpán Macháček,  ČRo
“Hablamos inglés y tenemos a nuestra disposición a una traductora de árabe. No obstante, a la hora de practicar un oficio no hace falta hablar, sino solamente señalar”, apuntó el maestro.

Aprender un nuevo oficio representa para las alumnas palestinas una esperanza de un futuro mejor en una región que contó en 2015 con una tasa de desempleo del 27%. Muchas de las futuras joyeras tienen educación universitaria, pero no les sirve para ganarse la vida, según afirma la alumna Sundus.

“Estudié Dirección de Empresas, pero no logro encontrar trabajo en este campo. Hay muchos graduados en esta especialidad. Además, desde el punto de vista práctico no llegué a aprender nada útil. Por eso empecé a aprender este oficio”.

El maestro Jaroslav Prášil afirma que los cursos en el extranjero representan una rica fuente de conocimientos e inspiración también para ellos mismos.

Foto: Štěpán Macháček,  ČRo
“Nosotros hacemos demasiado hincapié en el aspecto tecnológico de las joyas, lo que las convierte, digamos, en muertas. En los países que visitamos notamos un gran anhelo creativo entre los alumnos, y no les importa que carezcan de demasiada formación. Esto es lo bonito que nos atrae a estos lugares”.

Los maestros de la Escuela de Artes Aplicadas de Turnov tienen a sus espaldas clases para alumnos de las ciudades egipcias de El Cairo y Nubia. El proyecto de enseñanza está auspiciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa en el marco del programa de la ayuda de desarrollo a Palestina en colaboración con la organización Tubas Charitable Society.