La fiebre consumista checa no da signos de debilidad

Los checos gastan más que nunca en comprar, eso está claro. Y aunque las ganancias del comercio detallista disminuyeron levemente en abril de este año, con respecto a abril del año pasado, los expertos indican que este fenómeno continuará a la alza en los próximos años.

El consumismo checo está de moda y los expertos y la prensa, encantados con este fenómeno, ya hablan de una fiebre consumista que no muestra indicios de dar marcha atrás. Las ganancias del comercio detallista en abril fueron de un ocho por ciento, levemente menor que en marzo, cuando alcanzó un 8,8 por ciento, pero aun así una muestra fehaciente del buen estado de la economía checa.

Según el economista del Raiffeisenbank, Ales Michl, el consumo interior checo es tan fuerte que ya es casi tan importante como las exportaciones. El experto aseguró que la economía checa va por buen camino y manifestó su fe en que los ciudadanos seguirán imbuidos de esta fiebre consumista en los próximos años.

"Tenemos motivos para esperar más ganancias en el comercio detallista checo. Las ganancias han sido grandes y no hay señales que indiquen que en los próximos dos años esto vaya a disminuir. Este año las compras en los establecimientos comerciales crecerán hasta llegar a significar casi las dos terceras partes del crecimiento del producto nacional bruto. Es un cambio total. Antes las exportaciones eran más relevantes en la economía checa, ahora es el consumo interior", comentó el experto.

Los expertos concuerdan en que los checos gastan cada día más en artículos no alimenticios, como moda y artículos electrónicos, y que este fenómeno se debe especialmente a un aumento progresivo de los sueldos, a la fortaleza que ha mostrado la moneda checa con respecto al dólar y al euro, y a la baja tasa de paro que hay en el país.