La Federación Rusa ha bloqueado el acceso a la página internet de Radio Praga Internacional en ruso
La Oficina Rusa para el Control de los Derechos del Consumidor bloqueó las páginas de internet de las emisiones en ruso de Radio Praga Internacional este sábado.
Sin temor a exagerar se puede decir que las relaciones entre Moscú y Praga se empezaron a deteriorar a partir de la Revolución de Terciopelo que acabó con el comunismo en Checoslovaquia en 1989, situación que prosiguió con el ingreso del país a la UE y la OTAN.
No obstante, todo empeoró aún más desde que el primer ministro Andrej Babiš informara esta primavera que los servicios de inteligencia checos tenían pruebas inequívocas de sabotaje en el depósito de municiones de Vrbětice en 2014 e identificaron a dos sospechosos como miembros de los servicios secretos militares rusos.
Ahora, Moscú vuelve a asestar un nuevo golpe contra Chequia, la Oficina Rusa para el Control de los Derechos del Consumidor conocida como Roskomsvoboda, según su abreviatura en ruso, anunció que había bloqueado el sitio de internet de las emisiones en ruso de Radio Praga Internacional.
La oficina justificó la medida de restricción de acceso al sitio de internet argumentando que un artículo sobre la autoinmolación del estudiante Jan Palach en 1969 es una instigación al suicidio.
La Radio Checa, la emisora pública del país, que opera las emisiones de Radio Praga Internacional, se opuso a la medida dictada por Rusia. El portavoz de la emisora, Jiří Hošna calificó el bloqueo del sitio web como un acto de censura sin precedentes y un ataque a todos los principios de la libertad de expresión.
La Oficina rusa afirma que solo ha bloqueado el artículo que menciona a Jan Palach. Sin embargo, desde la Radio Checa han indicado que la página web de las emisiones en ruso no estaba disponible el sábado.
Consultada por Radio Praga Internacional, la periodista Petra Procházková, especialista en temas de la antigua Unión Soviética y Rusia, considera que lo ocurrido refleja la política actual del Kremlin.
“Considero que esto responde a la política del régimen ruso de cara a los medios de comunicación, organizaciones por los derechos humanos y contra todo lo que difiera un poco de la línea oficial. Y por supuesto contra la libertad de expresión”.
“Considero que esto responde a la política del régimen ruso de cara a los medios de comunicación, organizaciones por los derechos humanos y contra todo lo que difiera un poco de la línea oficia"
“La República Checa fue incluida hace poco tiempo atrás en la lista de países “enemigos”. Las relaciones entre Moscú y Praga pasan un momento dramáticamente malo. No recuerdo una situación peor a la de ahora”.
De acuerdo con Procházková lo ocurrido es tan serio que, desde su punto de vista, la República Checa debería protestar oficialmente, dijo a Radio Praga Internacional.
“Tomando en cuenta que se trata de un medio de comunicación público, la República Checa debería protestar por vía oficial. Buscar posibilidades para que los radioescuchas rusos tengan acceso a vuestras informaciones. El Estado checo debería ayudar a los periodistas que no pueden desempeñar labores en la Federación Rusa”.
“Tomando en cuenta que se trata de un medio de comunicación público, la República Checa debería protestar por vía oficial. Buscar posibilidades para que los radioescuchas rusos tengan acceso a vuestras informaciones"
El artículo sobre Jan Palach, cuestionado por la Oficina Rusa para el Control de los Derechos del Consumidor, fue publicado por las emisiones en ruso de Radio Praga Internacional en 2001.
El autor, Michal Laštovička, empieza su artículo invitando a los radioescuchas y lectores a la Plaza Wenceslao de Praga, lugar de importantes hitos de la historia checa. Recuerda el nacimiento de la república independiente de Checoslovaquia en 1918, el fin de la guerra en 1945 y la llamada Revolución de Terciopelo de 1989.
Tras esta introducción, el periodista se centra en el 16 de enero de 1969. “Hacia las cuatro de la tarde, un joven de unos veinte años apareció en las inmediaciones del Museo Nacional en la Plaza Wenceslao. Según testigos, se quitó el abrigo y después se incineró“.
El texto termina afirmando que, aunque Jan Palach se ha convertido en un héroe para muchas personas, todavía hay muchos que afirman que "sería mejor oponerse activamente al mal que suicidarse".
Jan Palach se prendió fuego como un acto de protesta política contra la invasión de su país el 21 de agosto de 1968 por las tropas del Pacto de Varsovia conducidas por la Unión Soviética.