La energía eólica podría vivir un boom en Chequia en los próximos años
Chequia podría pasar en dos décadas de no contar apenas con aerogeneradores en sus campos a basar un cuarto de su consumo eléctrico en este tipo de energía renovable.
En la actualidad, en la República Checa, con una implantación relativamente importante de centrales solares desde hace una década, la energía eólica produce únicamente un 1% de la electricidad consumida en el país. La imagen de los aerogeneradores tan típicos ya en tantos estados europeos, no son propias de Chequia, donde tan solo existen doscientas centrales eólicas en este momento.
Esto puede empezar a cambiar rápidamente ante el mayor interés de los inversores por una energía que cada vez resulta más barata. El meteorólogo y experto en energía eólica David Hanslian, del Instituto de Física de la Atmósfera de la Academia de Ciencias, contó a la Radio Checa por qué es cada vez más rentable la producción eólica.
“Se debe a varias razones. La primera es porque la tecnología no deja de mejorar. Otra es que también mejora la capacidad para construir una mayor cantidad de aerogeneradores. Y la tercera es que cada vez se hacen mayores aerogeneradores, lo que supone un ahorro en cuanto a la extensión de terreno necesaria para construir una estación. Además, por esta razón llegan a una mayor altura, donde las condiciones del viento son más favorables para la producción eléctrica”.
David Hanslian calcula que para el año 2040 el consumo eléctrico en Chequia se va a basar en gran medida en la fuerza del viento, en detrimento, sobre todo, del carbón y el gas natural.
“Puede estar entre un 10% y un 25% del consumo eléctrico del país contando con que este crecerá. Si tomamos los datos actuales de gasto de electricidad, sería un tercio del total”.
Para ello, según Hanslian, harían falta mil centrales eólicas más de las actuales. Los Estados del sur de Alemania o Austria han demostrado que Centroeuropa puede también aprovechar bien el viento como fuente de energía. En la República Checa, el área más propicia serían las tierras altas de Vysočina.
Hanslian destaca que el impacto sobre la fauna, que básicamente pueden llegar a sufrir aves y murciélagos, es mínimo, ya que en los lugares donde hay un riesgo potencial para los pájaros, la ley no permite su instalación. En el caso de los murciélagos, basta con apagar la central eólica durante la noche.
Tampoco se pueden construir en zonas naturales protegidas o cerca de poblaciones, por lo que Hanslian considera infundada la mala imagen que a veces tiene este tipo de energía entre la ciudadanía.
“La mayor barrera está en la cabeza de la gente, en la forma en la que se habla de este tipo de energía y en los temas en los que se hace hincapié cuando se refieren a las plantas eólicas. Si se sigue el discurso de muchos políticos y gente que escribe sobre ello, se ve que se destacan los aspectos negativos sin resaltar que se trata de una de las energías más limpias que tenemos a nuestra disposición y que es barata”.
El pasado mes de noviembre ha sido el más caliente de la historia a nivel mundial desde que se tiene constancia, y también lo será el año 2020 en general, según publicó este lunes el programa climático europeo Copérnico. La República Checa no se está distinguiendo particularmente en sus esfuerzos contra el cambio climático, sino más bien al contrario. La Red de Acción por el Clima dio a conocer también este lunes el ranking de países según sus esfuerzos en la lucha contra el cambio climático, que lideran Suecia, el Reino Unido y Dinamarca a nivel mundial. Entre los miembros de la Unión Europea, Chequia quedó situada en la quinta peor plaza, solo por delante de países como Polonia, Hungría y Eslovenia.