La cueva de agua dulce más profunda del mundo, situada en Moravia, bate su propio récord
El Abismo de Hranice, en Moravia del este, es la cueva de agua dulce más profunda de todo el planeta. Los científicos checos comprobaron a finales de julio que alcanzaba una profundidad mayor de lo que se había pensado, y todavía no han llegado a tocar fondo.
De acuerdo con datos de 2016, la cueva de agua dulce más profunda del mundo llegaba a una profundidad de 404 metros. Los científicos checos, en colaboración con colegas de Hungría, Portugal y Serbia, acaban de comprobar que el Abismo tiene una profundidad de 450 metros como mínimo. Así, el fenómeno natural batió su propio récord.
No obstante, la investigación en aquel ambiente requiere una preparación muy diligente y aparatos de máxima calidad. Michal Guba, presidente de la Asociación Checa de Espeleología, ofreció detalles a la Radio Checa.
“Nos estamos preparando desde hace un año. En Hungría hicimos varias sumersiones de prueba. Ahí probamos algunos movimientos básicos con un robot. Después hubo una guerra burocrática, es decir, tuvimos que arreglar el papeleo necesario para poder llevar a cabo investigaciones en una reserva natural. Este año también sujetamos unas poleas para el cable óptico que se moverá junto al robot”.
El robot de investigación fue elaborado en Portugal. Carlos Almeida del Instituto de Ingeniería Informática, Tecnología y Ciencia explicó que el robot tenía una forma ovalada para poder navegar mejor bajo el agua y evitar cualquier atasco en alguna abertura del Abismo. Estaba equipado con seis cámaras y pesaba 100 kilogramos.
Los científicos checos tenían previsto sumergir el robot a una profundidad de 200 metros, a la zona del llamado Mikádo que resulta muy problemática ya que hay muchos troncos de árboles caídos, cables viejos, etcétera. Durante la investigación de 2016 el robot quedó atascado en el agua durante un año. Según añadió el espeleólogo Guba, el propósito de los investigadores ha sido evitar un problema parecido y crear un mapa de Mikádo y del Abismo.
“Es un robot autónomo, es decir, tiene una batería y no puede estar sumergido durante mucho tiempo. El robot tiene sonares, cámaras y láseres, así que crea un escáner 3D y hace un perfil 3D del abismo o de la parte por la que se mueve”.
Se logró llegar a una profundidad de 450 metros, no fue posible avanzar más debido a la capacidad limitada de los sonares. Aun así, se pudo comprobar que los espacios del abismo son enormes y mucho más profundos. Los investigadores ya están buscando aparatos más potentes y con la empresa húngara Unexmin GeoRobotics negocian la compra de un robot que podría llegar a 1500 metros de profundidad, ya que esta es la profundidad del Abismo estimada por algunos científicos. Otras teorías sugieren que se puede tratar de 3000 metros e incluso de 40 kilómetros. Por lo tanto, es muy probable que el Abismo de Hranice vuelva a batir su récord repetidamente.