La confluencia del Elba y el Moldava, el precioso panorama que ofrece la ciudad de Mělník
La vista más hermosa de la confluencia de estos ríos se puede admirar desde la terraza del palacio de Mělník o desde la torre de la iglesia.
En Mělník no solo afluye el Moldava en el Elba, también lo hace el canal de navegación del Moldava. Ya que, en realidad, es más evidente la confluencia del canal con el Elba, los visitantes de la ciudad normalmente confunden el canal del Moldava con el Moldava en sí. El Elba, que nace en los Montes de los Gigantes, cuando llega a Mělník es en realidad menor que el Moldava, pero es el Elba el que desde ese punto fluye hasta Hamburgo para desembocar en el mar del Norte. El Moldava nace en el Parque Nacional de Šumava y con sus 430 kilómetros es el río más largo de la República Checa.
El castillo de Mělník, una tradicional dote de reina
El lugar ha estado habitado desde tiempos muy antiguos, gracias a su privilegiada situación, originalmente como fortificación. Según la leyenda, aquí vivió la princesa Ludmila y educó a su nieto Venceslao, que cultivó viñedos en el lugar. Probablemente ya alrededor del año 1000, el castillo sirvió de sede de princesas checas viudas, posteriormente reinas. La última reina checa que habitó Mělník, fue Juana de Rožmitál, esposa de Jorge de Podiebrad, que murió allí en el año 1475. El castillo pasó por remodelaciones en estilo románico y gótico y después fue convertido en palacio. A finales del 1793, el palacio pasó a pertenecer a la casa de Lobkowicz. Tras ser confiscado por los nazis y nacionalizado por los comunistas, el palacio fue devuelto a los Lobkowicz en 1992. Está protegido como monumento cultural de la República Checa y algunas partes están abiertas al público.