La campaña “A la escuela a pie” quiere evitar los atascos frente a los colegios
El comienzo del curso escolar vuelve a provocar atascos frente a la puerta de las escuelas. Una campaña nacional intenta concienciar a los padres que viven cerca para que utilicen menos el coche.
Hace dos semanas comenzó el nuevo curso escolar, y con ello vuelven los grandes atascos alrededor de los colegios cada mañana cuando los padres llevan a sus hijos en coche. Una situación que se repite horas más tarde cuando van a recogerlos.
Para intentar mejorar este problema, la organización Madres de Praga inició esta semana por segundo año consecutivo la campaña nacional “A la escuela a pie”, para concienciar a los padres que viven cerca de la escuela para que no utilicen su automóvil si no es estrictamente necesario.
Desde Madres de Praga, Blanka Klimešová cuenta para la Radio Checa que en la asociación han elaborado un estudio que demuestra que un alto porcentaje de los padres que vienen en coche viven a menos de 1 kilómetro de la escuela.
“El 46% de los padres que llevan frecuentemente a los niños al colegio en coche dicen que viven en un radio de un kilómetro. Eso son 15 minutos andando”.
Klimešová insiste en que las personas que viven cerca podrían acompañar a sus hijos caminando para aliviar la situación del tráfico frente a las escuelas, al mismo tiempo que pasarían de esta forma más tiempo con los niños. Sería además una buena ocasión para que estos entren más despiertos a las clases y conozcan su vecindario.
“Es una oportunidad de que los padres pasen más tiempo con sus hijos, y de que los niños conozcan los alrededores del lugar donde viven”.
No obstante, muchos padres se excusan alegando que van tarde y que no tienen tiempo, o en algunos casos que lo consideran más seguro para sus hijos. Blanka Klimešová entiende su punto de vista, pero no piensa que sea bueno para la educación de los niños llevarlos cada día en coche si viven tan cerca de su centro escolar.
“Esos argumentos son legítimos, por supuesto. La cuestión es si está beneficiando a los niños”.
La iniciativa “A la escuela a pie” propone a estas familias que al menos de vez en cuando intenten realizar el mismo trayecto a pie.
A la campaña de este año se han unido 50 escuelas, 20 de ellas de Praga. Por ejemplo, forma parte del programa la escuela primaria Na Slovance, en el distrito de Praga 8. Aquí la mitad de sus estudiantes van cada día a pie. Aunque la vicedirectora, Petra Křížová, confirma que a muchos alumnos que viven cerca, los traen en coche.
“Nuestra escuela está cerca de las afueras de Praga, por lo que vienen niños de todos los barrios que rodean el distrito de Praga 8 y los padres traen a sus hijos desde esos barrios adyacentes. A la mayoría de los que viven fuera de Praga, los traen en coche, lo interesante es que muchos que viven cerca de la escuela también vienen en coche”.
Una de las soluciones sería el uso de autobuses escolares, una medida que se lleva a cabo por ejemplo en Jesenice, un pueblo cerca de Praga. Según el alcalde del municipio, Pavel Smutný, esto ha facilitado la vida a los padres y ha mejorado el tráfico alrededor de la escuela. Sin embargo, tiene un coste de 77 000 euros al año.
Los atascos frente a las escuelas no son ni mucho menos un fenómeno local, esta situación se repite en ciudades de todo el mundo.
Por ejemplo, en Viena, frente a algunas escuelas está prohibido el paso de vehículos entre las 7:45 y las 8:15 cada mañana. Estas limitaciones, que comenzaron a probarse en la capital de Austria el año pasado, ya han mostrado un descenso en el número de coches y un aumento en el número de niños que van a las clases a pie o en bicicleta.