Klaus comparó la situación política con una "guerra civil fría"
Como "guerra civil fría" calificó la situación política en la República Checa el presidente checo, Václav Klaus. En su discurso de Año Nuevo, el mandatario exhortó a los políticos a solucionar el empate electoral y apeló a la necesidad de "un acuerdo constructivo".
"Siete meses después de las elecciones parlamentarias la República Checa no tiene un nuevo gobierno. Se trata de un récord del que no podemos estar orgullosos. Creo que la situación post-electoral no agrada a nadie".
Klaus aplaudió los avances de la economía checa. Por otro lado advirtió del peligroso crecimiento de la deuda pública. Al referirse a la política exterior, el mandatario se expresó en contra de la aprobación de la Carta Magna europea.
El primer ministro designado, Mirek Topolánek, calificó positivamente el discurso de Klaus y apuntó que incluyó temas y mensajes concretos.
El líder de la oposición y dirigente del Partido Socialdemócrata, Jiri Paroubek, comentó el discurso del presidente indicando que está de acuerdo con sus opiniones acerca de la política interna. Sin embargo, no comparte su euroescepticismo.
El jefe de los Demócratas Cristianos, Jiri Cunek, comentó que Václav Klaus siente cierta parte de responsabilidad por la situación post-electoral. Según Cunek, el presidente pudo actuar en algunas situaciones de otra manera.
Una opinión similar expresó el presidente de los comunistas, Vojtech Filip. Según él, Klaus cometió un error al designar a Mirek Topolánek por segunda vez como primer ministro.
Entretanto, el líder de los Verdes, Martin Bursík, reprochó al presidente Klaus la comparación de la situación en el país con una "guerra civil fría". "Se trata de palabras demasiado fuertes", comentó Bursík.