Káťa Kabanová asombró a la Ópera Metropolitana hace 30 años
Leoš Janáček figura entre los veinte compositores de ópera más interpretados del mundo, según indican datos estadísticos. A pesar de ello, una de sus obras magistrales entró en el programa de la Ópera Metropolitana de Nueva York relativamente tarde, el 25 de febrero de 1991, o sea 70 años después de su estreno en el Teatro Nacional de Brno.
La interpretación de las óperas de Janáček en Nueva York tiene una historia interesante: La Jenůfa fue interpretada por primera vez durante la vida de Janáček, en 1924, en una versión alemana. Ni en una traducción al inglés, ni en checo, o sea en la lengua del original (como es habitual en el mundo de la ópera de hoy).
Káťa Kabanová estuvo esperando durante largo tiempo para su estreno neoyorquino, pero por lo menos evitó las catástrofes que afectarían más tarde a otra ópera de Janáček, El caso Makropulos, en 1996. Su estreno tuvo que ser anulado apenas unos minutos antes del inicio al morirse el tenor que debía protagonizar el papel de Vítek, tras caerse en el escenario de una escalera.
El segundo intento de estreno tuvo que ser anulado unos días después debido a una tremenda tormenta de nieve que golpeó la ciudad.
La Ópera Metropolitana más tarde puso en escena también la obra De la casa de los muertos, pero otra de las piezas populares de Janáček, La zorrita astuta, aún no la han podido ver los espectadores en Nueva York.
En el estreno de Káťa Kabanová debutó en la Ópera Metropolitana la diva Gabriela Beňačková, y la pieza fue dirigida por Charles Mackerras, unos de los grandes conocedores de la obra de Janáček. Los dos actúan también en la grabación de 1997, del sello Supraphon, de la que les ofreceremos algunas muestras de esta ópera.
