Jugar con fuego siempre es peligroso
La República Checa, uno de los miembros más jóvenes de la OTAN levantó su voz para respaldar a Turquía que pide protección preventiva en caso de intervención militar contra Irak. Turquía se siente amenazada, pero eso no es sufuciente, porque todavía no ha empezado ningún conflicto armado. No obstante, los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte.
La República Checa, uno de los miembros más jóvenes de la OTAN levantó su voz para respaldar a Turquía que pide protección preventiva en caso de intervención militar contra Irak. Turquía se siente amenazada, pero eso no es sufuciente, porque todavía no ha empezado ningún conflicto armado. No obstante, los tambores de guerra suenan cada vez más fuerte. Los estadounidenses topan con un rechazo a sus planes en cierta parte de Europa, por los que los funcionarios del Pentágono y de la Casa Blanca hablan de dos Europas: La Vieja Europa y la Europa poscomunista. Los viejos de Europa temen a las guerras, que ya han vivido en carne propia por lo que son cautelosos. Lo curioso es que los países poscomunistas también las vivieron, además de la represión totalitaria, pero hoy dan golpecitos a los tambores de guerra; pero como decía un pacifista, puede tratarse de una expresión de solidaridad para con Washington por haber promovido la reintegración de esos países a la comunidad democrática. Pero jugar con fuego siempre es peligroso.