Josef Mánes reaparece en Praga después de 50 años
La Galería Nacional de Praga instaló en el recinto de la antigua Caballeriza del Castillo de Praga una exposición de la obra del pintor Josef Mánes. Este vuelve a ser presentado de forma completa en Praga después de 50 años.
“Hombre, artista, leyenda” es el subtítulo de la exposición inaugurada esta semana en Praga en tanto que homenaje al destacado pintor checo del siglo XIX Josef Mánes. Los autores de la muestra decidieron incluir en ella unos 400 trabajos, tanto los retratos de Mánes, así como sus paisajes, obras gráficas, su calendario en el reloj astronómico de Praga, así como sus diseños de diversos estandartes y artículos decorativos, como dijo a la Radio Checa Veronika Hulíková, una de sus autoras.
“Una de las cosas extraordinarias de Mánes es que él, como artista, se adentrara en varias especialidades del arte de entonces. Fue un excelente paisajista y retratista, y dedicó amplia atención también a diferentes encargos como banderas para varias organizaciones. También realizó una serie de pinturas influidas por el rococó, diseños de decoración de papel de cartas, abanicos y otros artículos decorativos. En todas estas categorías se adelantó a otros artistas de la época y empujó estas especialidades hacia adelante”.
Como dijo Veronika Hulíková, la actual muestra de la obra de Josef Mánes en la antigua Caballeriza del Castillo de Praga presenta al artista en toda su magnitud después de una pausa de varios decenios.
“Es una muestra monográfica de Josef Mánes. Una exposición de este artista de tal magnitud es presentada al público después de más de 50 años. La última vez fue en 1971, durante la era comunista todavía. La Galería Nacional cuenta con la mayor colección de su obra y nosotros nos hemos planteado la tarea de presentar a este artista y sus trabajos en el contexto de su época, de su surgimiento, por lo que hemos incluido en la muestra también algunos trabajos de artistas de la época de Mánes y de personalidades que le inspiraron en su labor”.
La exposición fue precedida por varios años de labores de restauración de algunos de los trabajos de Mánes y de su estudio con ayuda de rayos infrarrojos. Estas permitieron distinguir las diferentes técnicas utilizadas por el artista y su paulatina independización de la influencia artística de sus profesores y su padre Antonín Mánes.
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Ayudaron igualmente a distinguir las diferentes capas de pintura en el retrato de Mánes de una joven desconocida semidesnuda, llamada supuestamente Josefina, que algunos críticos llaman la Mona Lisa checa. Se pensaba que las muescas en el cuadro aparecieron en él con el correr del tiempo, pero los científicos descubrieron algo distinto, según dijo a la Televisión Checa Veronika Hulíková, comisaria de la exposición.
“Se suponía que las muescas surgieron en la obra por motivos desconocidos con el correr de los años, pero nosotros sabemos hoy que las hizo el propio Mánes con el lado opuesto de su pincel y así llegó a definir dónde quiere, por ejemplo en el pelo de Josefina, que termine el cuadro”.
Los visitantes de la muestra también tienen la posibilidad de estudiar las capas de algunos de los cuadros de Mánes a fondo con ayuda de los rayos infrarrojos. Cerca del retrato de Josefina hay otros tres cuadros que reflejan a una misma costurera, ya que Mánes solía hacer primero varios ensayos de sus futuros trabajos finales hasta encontrar la composición correcta, más cuando el tema despertó en él una atención especial.
La exposición está dividida en cinco partes, cada una de ellas separada de las demás por una simbólica puerta a cuyo lado hay un texto explicativo. Esto facilita la orientación de los visitantes tanto en las obras de Mánes así como en la época en que fueron realizadas. En el propio centro de la exhibición se encuentra situada la esfera del calendario del famoso reloj astronómico de Praga, realizada por Mánes entre 1865 y 1868. Se trata del original de esta obra, que fue prestado para esta exposición por el Museo de Praga Capital. En el reloj astronómico en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga está ubicada la copia del panel para proteger el original ante los cambios del tiempo.
A pesar del gran talento de Josef Mánes y de su extensa obra, en su época no fue un artista conocido. Esto se debió, sobre todo, a que no solía organizar exposiciones de sus trabajos ni tampoco le gustaba presentarse en actividades de la sociedad. Era un hombre más bien cerrado, y aunque admirado por muchos colegas, tenía pocos contactos sociales, por lo que, cuando en 1871 falleció, se fue de este mundo como un artista poco conocido. La maestría y magnitud de la obra de Josef Mánes llegó a ser debidamente apreciada hasta por las siguientes generaciones.
La exposición de la obra de Josef Mánes en la antigua Caballeriza del Castillo de Praga se prolongará hasta mediados de julio.
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