“Jan Kotík era un artista valiente que cuestionaba hasta sus propias obras”

Foto: Miroslav Krupička

Dos exposiciones reúnen en Praga la inmensa obra dejada por el polifacético artista Jan Kotík a lo largo de su dilatada carrera. Por un lado, en el Palacio Veletržní de la Galería Nacional se exhibe una retrospectiva que abarca sus obras desde la década de los 50 hasta los 80, mientras que en la Galería Jiří Švestka se exponen diseños y dibujos sobre papel que quedaron tras la muerte del autor y que muestran numerosas ideas que a menudo no llegaron a salir de su mesa de dibujo.

Foto: Miroslav Krupička
Un recorrido intensivo sobre la obra, la estética y la concepción artística de Jan Kotík es lo que se puede ver hasta el 23 de marzo en la primera planta del Palacio Veletržní de la Galeria Nacional. Dividida en seis secciones, la muestra recoge pinturas, dibujos, collages, objetos, instalaciones y las incursiones en las artes aplicadas y el diseño industrial del artista nacido en Turnov en 1916 y fallecido en 2002 en Berlín, de donde nunca regreso de su exilio tras la invasión soviética de Praga en 1968.

La esencia de la obra artística y su papel en la sociedad fue la búsqueda constante de Kotík. Iva Mladičová, comisaria de la exposición, explica lo que caracterizó sus obras.

“El discurso artístico de Jan Kotík se caracteriza por su capacidad de absorber de forma muy inteligente los impulsos creativos europeos y mundiales manteniendo siempre una visión muy personal, que es algo que se puede observar claramente en la exposición con la confrontación de sus obras de la década de los 60 con las de los 80, y las de los 50 con las de la segunda mitad de los 80”.

Jan Kotík,  foto: ČT
Jan Kotík perteneció al Grupo 42, fundado en ese año de 1942, aunque ya venía funcionando con anterioridad, y se mantuvo hasta 1948. Formado fundamentalmente por poetas y pintores, también contaba con fotógrafos y escultores. Sus influencias en el arte checo duraron mucho más allá de su fin por la huella que dejaron sus concepciones que reunían civilismo, cubismo, futurismo, constructivismo e incluso surrealismo y existencialismo. Para Iva Mladičová aquella época no era aún sin embargo en la que se podría ver la plenitud artística de Kotík.

“En aquel tiempo Kotík aún se estaba perfilando como artista. Intentaba distanciarse de la estética postcubista y postsurrealista. Más importante es la segunda mitad de los 50, cuando Kotík fue una de las personalidades alrededor de las que cristalizaron las tendencias informales, que no eran habituales en el ámbito checo. Él se fijó en el expresionismo abstracto norteamericano y apeló al aspecto constructivo del discurso artístico. Al expresionismo se dedicó de forma muy personal y atípica a comienzos de los 60 y volvió en los 80, confirmando su particular visión”.

Foto: Miroslav Krupička
El siguiente momento clave en la vida y obra de Kotík es 1969, cuando aprovechando una beca de dos años en Berlín, decide no volver a la Checoslovaquia de la Normalización.

“Ya en la segunda mitad de los 60, cuando fue invitado a una exposición de Nueva Sensibilidad, se manifestó la tendencia de Kotík a la interpretación conceptual de la obra artística, pero en su caso no podemos hablar nunca de conceptos puros. Los 70 son una época que podríamos considerar de felicidad creativa para Kotík, que dedicó a la búsqueda de los límites de la pintura y los cuadros en particular. Maduró sus líneas, colgaba cuerdas cubiertas de pintura acrílica y buscó los aspectos del espacio y el tiempo en sus obras”.

En aquella época fue presentado en una importante exposición en el America House de Berlín Oeste en 1975 con un ciclo de objetos en transformación, con el que llamó la atención de los artistas locales, con los que a partir de entonces colaboró en instalaciones de carácter muy progresivo.

Foto: Miroslav Krupička
En las seis secciones en la que está dividida la exposición del palacio Veletržní se pueden ver todos los periodos de la obra de Kotík, la metódica de su trabajo artístico, su composición, descomposición y transformación de las figuras humanas, entre otras muchas facetas que esconden, a la vez que muestran, sus cuadros, diseños y dibujos.

La retrospectiva se caracteriza precisamente en estar agrupada en temas, sin seguir una línea cronológica exacta, ya que el propio Kotík volvía a dar vueltas a una temática con el paso del tiempo.

Complementariamente a la retrospectiva, en la Galería Jiří Švestka se expone una gran cantidad de dibujos, gráficos y otros trabajos en papel de Jan Kotík en una exhibición bajo el nombre ‘Sin Título’.

Jiří Švestka,  foto: Christian Rühmkorf
Jiří Švestka fue su representante exclusivo desde 1997 y desde la muerte del autor en 2002 se encarga de la administración de su legado artístico. Jiří Švestka destaca de Kotík su coraje a la hora de crear y romper moldes.

“En el contexto checo, lo que más valoro de la obra de Kotík es su valentía, su valor para experimentar, para cambiar de postura, para dudar incluso de lo que hacía. Siempre se cuestiona y siempre discute, y esto es algo que se ve en esta exposición mejor que por ejemplo en sus esculturas o cuadros, que son más conservadores, por decirlo de alguna manera. Si pensamos en otros artistas contemporáneos a Kotík, como Karel Malich o Zdeněk Sýkora, vemos que Kotík es mucho más polifacético. No digo que sea mejor o peor, digo que va hasta la médula, es mucho más arriesgado”.

Para Švestka su exposición muestra el lado más íntimo como artista de Kotík, que es también el más trasgresor.

Foto: Miroslav Krupička
“Nuestra exposición es más pequeña que la de la Galeria Nacional, más experimental. Diría que nuestra exposición es más cercana a la vida diaria de un artista. Mientras seleccionábamos el material que presentar, hemos visto varias exposiciones posibles. Esta muestra su versatilidad, su visión y su búsqueda de los límites. Pero sería igual de interesante otra que mostrara su vuelta una y otra vez a las mismas cuestiones, una búsqueda sin esperanza y problemas sin solución de los que no podía escapar”.

Según Švestka la exposición en su galería es como echar una mirada a la mesa de trabajo de Jan Kotík.

“A veces sus dibujos están en hojas de un cuaderno, o en el margen de una página, pero él los firmaba dando a entender que eran obras acabadas. Muchas de estas obras no han sido expuestas antes, por ejemplo sus trabajos de los años 70”.

Ambas exposiciones se complementan en el objetivo de entender la obra, la estética y el pensamiento de Jan Kotík hasta el punto de que las dos se clausurarán prácticamente a la vez. La muestra ‘Sin nombre’ de la Galería Jiří Švestka puede verse hasta el 22 de marzo, mientras que la retrospectiva en el palacio Veletržní cerrará un día después, el día 23.

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