Inspectores detectan graves errores en la reconstrucción del Puente de Carlos
La reconstrucción amenaza al Puente de Carlos, alertan inspectores del Ministerio de Cultura. El monumento gótico está sometido a intervenciones innecesarias y los artesanos hacen mal su trabajo. El Instituto Nacional de Monumentos y la Alcaldía Mayor de Praga, dueño del Puente de Carlos, rechazan las críticas.
El trabajo chapucero de los canteros y el cambio de más piedras originales en la baranda de lo que era necesario, así resume los reproches principales la inspectora Lenka Svobodová.
El arquitecto Ondřej Šefců, del Instituto Nacional de Monumentos, se defiende objetando que la reconstrucción del Puente de Carlos, de 500 metros de longitud, no equivale al trabajo de un restaurador. Además, en la fase preparatoria no fue posible estimar la extensión de los daños.
El objetivo principal de la actual reconstrucción del Puente de Carlos, iniciada en agosto del año pasado, es el aislamiento antihumedad. Según los análisis disponibles, cada metro cúbico de la obra contiene 170 litros de agua que junto con la sal roe el puente desde el interior. El experto Jiří Witzany advierte que el proyecto de reparación que se está realizando no soluciona el problema de cómo sacar el agua del monumento.
