Historia de la medicina checa

Farmacia histórica de Kuks, foto: Página oficial del Hospital de Kuks

A las mortíferas epidemias que segaban las vidas de millares de habitantes aluden las más antiguas obras literarias checas, como la Chronica Boemorum, o Crónica Checa, del canónigo Kosmas quien vivió entre 1045 y 1125. En esta edición de Ciencia y tecnología les contaremos cómo nacieron, en las tierras checas, los primeros hospitales para hacer frente a las epidemias y dónde se formaron los primeros médicos.

Canónigo Kosmas
Las vetustas crónicas se refieren generalmente a la peste, pero frecuentemente se ocultaban bajo esta denominación otras enfermedades contagiosas y hasta hambrunas, causadas por las malas cosechas. En la Edad Media, en las tierras checas se registraban también casos de lepra.

Muchas epidemias se propagaron en tieras checas como consecuencia de las cruzadas. El peligro de las epidemias aumentaba en la medida en que crecía la población de las ciudades, que vivía en deficientes condiciones higiénicas.

Al cuidado de los enfermos se dedicaban en la Edad Media principalmente los hospitales conventuales en los que trabajaban monjes expertos en el arte de curar. La Orden de los benedictinos poseía la más larga tradición de atender enfermos en los hospitales. También las Órdenes de los caballeros teutones y de los johanitas, así como los monjes de la cruz fundaban y mantenían hospitales.

Castillo - Hospital de Kuks,  foto: Martina Schneibergová
Uno de los primeros hospitales checos fue fundado, juntamente con el convento de S. Francisco, en las primeras décadas del siglo 13 por la Santa Inés Checa, hija menor del rey Premysl Otakar I, quien se entregó con extraordinaria dedicación al servicio de los enfermos y pobres.

La Santa Inés Checa contribuyó asimismo en la fundación de la Orden de los caballeros de la estrella roja, cuyos miembros atendían a los enfermos en los hospitales de Bohemia y de otros países.

En caso de enfermedad, el pueblo llano recurría, en la Edad Media, también a los barberos y a los curanderos. Los partos eran conducidos por las comadronas. Sólo los monarcas y la alta nobleza eran atendidos por médicos salidos de las universidades.

Farmacia histórica de Kuks,  foto: Página oficial del Hospital de Kuks
La formación universitaria de médicos en tierras checas tiene raíces muy remotas. Inmediatamente tras la fundación de la Universidad Carolina de Praga, en 1348, en este establecimiento de estudios superiores surgió la Facultad de Medicina.

El curso de Medicina era impartido, entre otros, por el médico y astrólogo del emperador Carlos IV, Havel de Strahov, canónigo de Praga. Desde entonces fueron surgiendo paulatinamente los términos médicos checos, traducidos del latín, así como los tratados médicos.

La Medicina en la Edad Media fue del dominio de la Iglesia. Por ej., el médico de cabecera del rey Venceslao IV, que vivió entre 1361 y 1419, era el arzobispo praguense, el maestro Albík de Unicov, uno de los más notables catedráticos de Medicina de la Universidad Carolina de Praga.

Además de los doctores en Medicina, en la Facultad de Medicina praguense eran examinados también los farmacéuticos, cirujanos, oculistas, especialistas en el tratamiento de hernias y las comadronas.

Emperatriz María Teresa
Una reforma radical de los ciudados a los enfermos tuvo lugar en las tierras checas bajo el reinado de la emperatriz María Teresa y de su hijo, el emperador José II, quienes gobernaron en el siglo 18.

Poco tiempo después de ascender al trono, José II ordenó fundar los hospitales generales, encargados de tratar a los enfermos con escasos recursos.

De los enfermos mentales debían cuidar los hospitales para alienados, las maternidades atendían a las parturientas y unos centros especiales se hacían cargo de los enfermos sin familia, cuya enfermedad era de larga duración.

De esta manera, las bases rudimentarias del sistema de la salud pública fueron asentadas en tierras checas, de hecho, durante el reinado de dos partidarios de la Ilustración: la emperatriz María Teresa y su hijo, el emperador José II.