Hace 78 años los nazis arrasaron el pueblo checo de Lídice

Mujeres de Lidice

La destrucción del pueblo de Lídice por los nazis alemanes fue uno de los capítulos más tristes de la historia moderna de la República Checa. De la catástrofe se cumplen este miércoles 78 años.

Lidice,  la ejecución de 173 hombres de entre 14 y 84 años de edad,  foto: archivo ČT24
Mujeres de Lidice | Foto: Ondřej Tomšů,  Radio Prague International

El 4 de junio de 1942, el Protector Adjunto de Bohemia y Moravia, Reinhard Heydrich, sucumbió a las heridas provocadas por un atentado sufrido ocho días antes en Praga. La muerte del más alto representante del Tercer Reich en los ocupados territorios checos fue recibida con alegría por los checos, ya que el protector mandó ejecutar a miles de ciudadanos. Sin embargo, la alegría no duró mucho tiempo.

Los nazis, furiosos, desencadenaron una fuerte ola represiva contra la población, impulsando su liquidación masiva. La orden de borrar Lídice del mapa fue emitida por Hitler el 9 de junio de 1942, el día de los funerales en Berlín de Reinhard Heydrich. La Gestapo acusó a los vecinos de Lídice de haber prestado ayuda a los autores del atentado a Heydrich, pero se trataba de una acusación fabricada.

El muro con nombres de las víctimas,  foto: Ondřej Tomšů

En la madrugada del 10 de junio, los nazis acordonaron la aldea de Lídice y a las 7 de la mañana iniciaron los fusilamientos. Los nazis ejecutaron a 173 hombres de entre 14 y 84 años de edad. Las mujeres y los niños fueron enviados a los campos de concentración o destinados a ser germanizados en familias alemanas.

A las 11 de la mañana del 10 de junio Lídice quedó vacía y los nazis empezaron a destruir la aldea. Las casas del pueblo fueron quemadas, los árboles desarraigados, el estanque llenado con escombros.

En ningún pueblo europeo destruido por los nazis su salvajismo adquirió proporciones tan monstruosas como en Lídice. Una vez que fue masacrada su población, Lídice fue dinamitada. Los nazis sacaron los ataúdes del cementerio de Lídice, desviaron la carretera y el riachuelo local. Todo con el fin de borrar el pueblo por completo del mapa. La Gestapo costeó la operación de arrasamiento de Lídice con el dinero que sacó de las cuentas bancarias de los vecinos fusilados.

Lidice,  foto: Ondřej Tomšů

Dos semanas más tarde, los alemanes realizaron una masacre parecida en otra aldea checa, Ležáky, situada en Bohemia Oriental.

Ležáky,  foto: Miloš Doležal

Años más tarde, en la década del 60, ciertos antiguos cabecillas de la Gestapo declararon que en el caso de Lídice de lo que se había tratado era de amedrentar a la población checa y demostrar la fuerza del régimen nazi. Con anterioridad los nazis habían quemado varias aldeas en Bielorrusia y Ucrania y asesinado a sus habitantes, pero en el caso de Lídice fue la primera vez que dieron a conocer sobre ese crimen al mundo entero.

El asesinato de personas inocentes, ancianos, mujeres y niños, la tragedia de Lídice y Ležáky, conmovió profundamente a los habitantes de todo el planeta. Numerosos pueblos, plazas y calles en el extranjero, por ejemplo en América Latina, acogieron el nombre de Lídice para que las víctimas nunca fueran olvidadas.

De todos los habitantes de Lídice fueron hallados sólo 17 niños al finalizar la guerra. Y de las cenizas fue levantado un nuevo pueblo de Lídice, con un monumento recordatorio a las víctimas locales de los nazis y un extenso rosario, que ayudaron a crear personas del mundo entero.

Autor: Romana Marksová
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