Hace 45 años el Pacto de Varsovia invadió Checoslovaquia

Foto:  68.usd.cas.cz

Hace 45 años, el 21 de agosto de 1968, el Ejército de la Unión Soviética encabezó la invasión de Checoslovaquia. Apuntalado por la mayoría de los países miembros del Pacto de Varsovia, el Kremlin asfixió con las armas en la mano una intentona democrática en el llamado bloque soviético. El líder comunista checoslovaco Alexander Dubček trató de poner “un rostro humano” al socialismo, pero Moscú haciendo uso de la fuerza ocupó militar y políticamente Checoslovaquia durante un poco más de dos décadas. Pero nunca pudo destruir los anhelos de libertad y democracia de las naciones checa y eslovaca.

La lucha por la Radio

Jiří Rusnok y Miroslava Němcová,  foto: Kristýna Maková
La Radiodifusión Checa desempeñó hace 45 años un papel fundamental en la lucha contra las fuerzas invasoras del Pacto de Varsovia que ocuparon el país. Los soldados dirigidos desde el Kremlin trataron de silenciar la voz de la nación checoslovaca que había sufrido una herida mortal provocada por sus aliados más cercanos.

Como es tradicional, también este 21 de agosto, tuvo lugar frente a las instalaciones de la Radiodifusión Chec a en Praga un acto solemne para recordar el heroísmo con el que los ciudadanos y trabajares de la emisora se enfrentaron a los invasores.

Además de altos cargos de la Radio, destacó la presencia de la presidenta de la Cámara de diputados, Miroslava Němcová y del primer ministro, Jiří Rusnok.

El jefe del Ejecutivo recordó que hace 45 años la bota del soldado invasor puso fin a un intento por acabar con el régimen totalitario. Y precisamente en las inmediaciones de la Radiodifusión Checoslovaca, hoy Checa, tuvieron lugar cruentos enfrentamientos entre los ciudadanos que defendieron la Radio y la libertad.

Alexander Dubček y el socialismo con “rostro humano“

Alexander Dubček | Foto: Česká televize
La cabeza visible del movimiento reformista checoslovaco conocido como la ‘Primavera de Praga’ fue Alexander Dubček, el político que quiso poner un “rostro humano” al socialismo. En declaraciones para Radio Praga el sovietólogo y experto en temas de transiciones en Europa del Este, Fredo Arias King, destacó el papel de Dubček en la lucha entre Checoslovaquia en el papel de David y la Unión Soviética como Goliat, pero que en el 68 el gigante ganó el primer asalto.

“Dubček lo que probablemente hizo fue simplemente destapar y permitir que la democracia empezara a funcionar otra vez. Para los checos venía naturalmente. Entonces el tenía un trabajo más fácil, no sé que Gorbachov después en la Perestroika, porque Rusia nunca había conocido nada parecido, ni siquiera remotamente a la democracia. Entonces Dubček nuestro gran héroe de esa época, permitió la libertad de prensa, el ‘glasnost checo’, la apertura, permitió que la gente viajara. Lo que no permitió fue la celebración de unas elecciones multipartidistas, pero ya la gente empezaba a demandarla y ese fue el pretexto que utilizó Brezhnev para invadir Checoslovaquia”.

De acuerdo con Arias King, el papel de Dubček en la “Primavera de Praga” fue esencial para lo que ocurriría muchos años después en el bloque soviético. Dubček sirvió de inspiración a las fuerzas democráticas de los demás países.

“Antes de Gorbachov, antes de Václav Havel, antes de Lech Walesa, antes de todos los demás héroes que hemos tenido el privilegio de conocer en nuestras vidas está Dubček. No sabemos, simplemente hay varias teorías, una de ellas es la teoría de Checoslovaquia, misma, siendo la única democracia en Europa Central, una vez que se independizó del Imperio Austro-húngaro. Cuando se colapsó el Imperio Ruso, el Otomano y el Austro-húngaro. El único de los países que surgió de estos imperios como una democracia fue Checoslovaquia, país que podemos identificar como una democracia, el resto no. Entonces los checos ya tienen de por sí un ADN democrático. Y una vez que un país tiene tradiciones democráticas no es muy fácil borrarlas”.

La Unión Soviética, un misterio envuelto en un enigma

Fredo Arias King,  foto: archivo de Fredo Arias King
La invasión de Checoslovaquia en 1968 representó un duro golpe para todos y cada uno de los proyectos democráticos que trataban de levantar cabeza en el antiguo bloque soviético. Y demostró que Leonid Brezhnev y su camarilla harían la vida imposible a todos los políticos dentro de su área de influencia y una embestida similar a la protagonizada contra los impulsores de la “Primavera de Praga” esperaba a todos los que desafiaran al Kremlin. Brezhnev estaba convencido de haber encontrado el antídoto contra el virus de la democracia, según indica Arias King.

“Hay dos teorías, una de Jiří Valenta, que escribió un libro en que decía que los altos mandos militares, políticos e ideológicos de la URSS y del Pacto de Varsovia, tenían una incomodidad por lo que estaba ocurriendo en Checoslovaquia, porque con su Primavera de Praga estaba infectando el resto del bloque y Brezhnev obviamente obedecía a sus burocracias. Hay otra teoría que dice que Brezhnev no necesitó mucha presión de sus burocracias, aparentemente él tomó la decesión de manera unilateral. No sé si un día lo vamos a averiguar, porque la Unión Soviética era, como dijo Churchill un misterio, envuelto en un enigma, dentro de un acertijo”.

El camino fue largo, la represión contra los demócratas checoslovacos fue intensa y dura, pero en 1989 la Revolución de Terciopelo, encabezada por Václav Havel, derrotó al régimen totalitario y la libertad y la democracia se abrieron caminos entre los huecos que roían a la Cortina de Hierro.

Los checos ya viven más en libertad que en totalitarismo

Los ciudadanos checos viven ya más tiempo en libertad y democracia que lo que tardó el totalitarismo comunista, subraya el sovietólogo Fredo Arias King.

El Noviembre de 1989 | Foto: Český rozhlas
“Hemos transcurrido más tiempo de Chequia y Eslovaquia libres, que del periodo de ‘normalización’ que duró 21 años, que parecía eterno. Y los resultados han sido fascinantes para el país. Fue una Revolución de Terciopelo, pacífica, los checos se comportaron de forma muy civilizada. La gente, aunque tenía filosofías muy diferentes, todos unidos contra el Partido Comunista. Entonces esa transición fue mágica”.

El despertar de los checoslovacos el 21 de agosto de 1968 fue inesperadamente cruel. El país, que un día como hoy disfrutaba pacíficamente de las vacaciones de verano, fue invadido de la noche a la mañana por 600 mil soldados del Pacto de Varsovia.

La Unión Soviética realizó la mayor operación militar en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Cuando los checoslovacos salieron por la mañana de sus casas, les encañonaban las ametralladoras de los ocupantes y en las calles patrullaban los tanques soviéticos.

En la invasión de Checoslovaquia en 1968 participaron al final unos 750.000 soldados y 6.000 tanques de los Ejércitos de la mayoría de los países miembros del Pacto de Varsovia. Más de 100 personas murieron durante la operación y unas 500 resultaron heridas de gravedad. Cerca de 300.000 checos y eslovacos optaron por el exilio como consecuencia directa de los sucesos de 1968.

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