Habrá vacunación obligatoria en la República Checa
La República Checa avanza hacia una vacunación obligatoria para mayores de 60 años, grupos de riesgo y algunas profesiones a partir del 1 de marzo. La norma estará lista la semana que viene, pero queda por ver si el próximo Gobierno de Petr Fiala la mantiene cuando llegue al poder. Por lo pronto, ya cuenta con el apoyo del presidente Miloš Zeman.
El ministro de Salud, Adam Vojtěch, ofreció este lunes una rueda de prensa online, ya que él mismo es positivo por coronavirus, en la que informó de que los vacunados también tendrán que acudir a hacerse un test PCR entre 5 o 7 días después de tener un contacto prolongado con una persona con COVID-19. Ya que está demostrado que, aunque en menor medida, un vacunado también puede contagiarse y transmitir el virus, muchos eran muy críticos con que, por ejemplo, las personas vacunadas que dentro de un mismo hogar convivían con un positivo, pudieran seguir haciendo su vida normal y acudiendo al trabajo o al supermercado sin ni siquiera haberse hecho un test. A partir de ahora, no obstante, seguirán de todos modos haciendo su vida normal hasta ese quinto o séptimo día de estar en contacto con un positivo, y si el resultado sale negativo, no tendrán que dejar de hacerlo tampoco después, lo que en otros países no sucede.
Queda por establecer para qué profesiones será obligatoria la vacunación
Pero lo que centró realmente la rueda de prensa de Adam Vojtěch fue la vacunación obligatoria. Con una situación en los hospitales que parece conducir inevitablemente a su saturación a lo largo del mes de diciembre, un cambio del Ministerio de Salud en la Ley de Protección de la Salud Pública establecerá la obligatoriedad de estar vacunados contra el COVID-19 para el 1 de marzo para todos los mayores de 60 años, grupos de riesgo y determinadas profesiones.
El cambio en la ley depende únicamente del Ministerio de Salud, pero el acuerdo dentro del Gobierno saliente de Andrej Babiš es total, explicó Vojtěch.
“Desde nuestro punto de vista es sencillamente imprescindible que estas personas se vacunen, y es una opinión compartida por todo el Gobierno”.
Las profesiones concretas aún han de ser especificadas en la redacción final de la norma, a lo que se dedicarán los próximos días para tenerla aprobada la semana que viene, pero el aún ministro habló de trabajadores de la salud, servicios sociales, policías, bomberos y militares. La lista aún puede crecer esta semana con las aportaciones de los distintos ministerios, como informó la ministra de Finanzas, Alena Schillerová. Esta defendió que siempre ha estado en contra de la vacunación obligatoria, pero que la situación es tan grave que ahora la apoya. Por su parte, avanzó que sumará a la lista de profesiones los agentes de aduanas, mientras que la ministra de Justicia, Marie Benešová, mencionó a los funcionarios de su cartera o empleados de los servicios penitenciarios.
Zeman defiende la vacuna obligatoria; el Gobierno de Fiala, ya se verá
El anuncio del ministro de Salud obtuvo, de forma casual o no, el respaldo del presidente de la República, Miloš Zeman, también positivo por COVID en la actualidad, aunque asintomático después de haber recibido la dosis de refuerzo. En la reunión del Grupo de Visegrado a la que asiste de forma telemática, defendió que los cuatro países miembros, Hungría, Polonia, Eslovaquia y Chequia, deberían plantearse la vacunación obligatoria y añadió que “los políticos tienen miedo a hablar de ello porque temen perder votos”.
Lo cierto es que cualquier cosa que decida este Gobierno en funciones, puede ser rechazado por el próximo, que debería tomar el poder a mediados de diciembre finalmente. Si bien sus futuros miembros siempre se han mostrado en contra de la vacunación obligatoria, en los últimos días se empieza a percibir un cambio de actitud. El candidato a próximo ministro de Salud, Vlastimil Válek, se expresaba así este domingo en la Televisión Checa.
“No creemos que la vacunación obligatoria sea el camino correcto, pero si las organizaciones profesionales así lo recomiendan, se llegará a un acuerdo para determinados ámbitos o determinadas profesiones”.
También en el próximo primer ministro, Petr Fiala, se percibe un cambio de actitud. Sin ir más lejos, este martes ha participado en una rueda de prensa conjunta con el presidente del Gobierno saliente, Andrej Babiš, para apoyar una campaña con la que se pretende poner un millón de dosis de refuerzo en tan solo una semana. Aparecer junto a su rival político en un acto a favor de la vacunación lo ve Fiala como un mensaje a la sociedad, tal y como contó a la Radio Checa.
“Es la primera vez que aparecemos juntos en una rueda de prensa Andrej Babiš y yo, pero lo considero una importante señal para la opinión pública de que, a pesar de tener opiniones políticas distintas, buscamos todas las maneras de convencer al mayor número de personas posible para que se vacunen. Por suerte, últimamente ha crecido el interés en la vacunación, pero hay que convencer y asegurarse de que todas las personas reciban la tercera dosis, que nadie tenga dudas al respecto. Y, por supuesto, convencer a aquellos que aún no se han vacunado en absoluto, especialmente a los grupos de riesgo, las personas mayores que aún no se han vacunado, no ya porque estén en contra de la vacuna, sino porque para ellos es complicado porque se topan con barreras de tipo social”.
En cuanto a la vacunación obligatoria, ahora ya sí acepta Fiala la de grupos profesionales, como añadió en la entrevista para la Radio Checa.
“Yo soy muy reservado con la vacunación obligatoria. Estoy seguro de que no se han agotado todas las opciones para convencer a la población o en la creación de una presión para que la gente acuda voluntariamente a vacunarse, pero lo que dice el profesor Válek es cierto: si algunos grupos profesionales están convencidos de que es necesario que estén vacunados todos sus miembros y que para lograrlo hay que establecer su obligatoriedad, entonces el Gobierno está obligado a crear las condiciones para ello”.
Mientras, otros miembros de peso del Partido Cívico Democrático (ODS), el primer partido de la futura coalición gubernamental, como es el gobernador de la región de Bohemia del Sur, Martin Kuba, no expresan ninguna reticencia con la vacunación obligatoria de algunos gremios, como se pudo comprobar en una entrevista de Kuba para la Televisión Checa.
“¿Cómo podemos discutir si un policía debe estar vacunado? Basta decir que los policías son quienes van a las estaciones regionales de Sanidad a comprobar que las personas cumplen con las medidas de prevención. Es absurdo imaginar que acuda a hacer algo así un policía no vacunado”.
La medida afectaría a cerca de medio millón de personas aún no vacunadas
Existe el temor, expresado incluso por algunos altos cargos, de que entre estos gremios se produzca una deserción de miembros ante la vacunación obligatoria. El presidente de la Policía, Jan Švejdar, habló, por ejemplo, de que el cuerpo podría perder a diez mil de sus agentes. Sin vacunar quedan 12 000 policías, un 17% de los miembros del cuerpo.
No obstante, el director general del Cuerpo de Bomberos de la República Checa, Vladimír Vlček, no alberga tales temores, a pesar de haber recibido numerosos mails de bomberos que aseguran que se buscarían otra ocupación. Según declaró Vlček, cuyo gremio está vacunado en un 76,5%, se ha demostrado en Austria y otros países europeos que al final los que realmente dejan el trabajo son un 0,5% como máximo.
Entre los gremios con más personas aún sin vacunar, destaca el personal médico, con 35 000 miembros aún no vacunados, y los empleados de los servicios sociales, 25 000. El cálculo de personas mayores de 60 años aún sin vacunar en la República Checa es de unas 419 000 personas.