Gobierno propone proscribir el ultraderechista Partido Obrero

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El Gobierno checo promueve la disolución del ultraderechista Partido Obrero. Con este fin el Gabinete presentó el lunes una propuesta ante el Tribunal Superior Administrativo para la prohibición de esa formación política.

La iniciativa para la disolución del Partido Obrero fue planteada a principios de noviembre por el ministro del Interior Ivan Langer, quien culpó a la formación de propagar la xenofobia y el racismo en la sociedad checa. Los sangrientos enfrentamientos entre los radicales del Partido Obrero y la Policía, ocurridos la semana pasada en la ciudad de Litvínov, Bohemia Noroccidental, han agotado hasta la última gota de la paciencia del Gobierno. Éste pidió al Tribunal Superior Administrativo que disolviera esa agrupación política. El ministro Langer recalcó que el Gobierno no tolerará el extremismo.

“Estoy convencido que el Gabinete adoptó una decisión correcta. En un Estado democrático existe la libre competencia de los partidos políticos, pero la democracia también debe ser capaz de oponerse a aquellas fuerzas que abusan de las libertades democráticas y propagan ideas que contradicen los reglamentos y la Constitución del país”, dijo Langer.

La dirección del Partido Obrero adelantó que en caso de que la formación sea disuelta, procederá al cambio de su nombre y seguirá funcionando. Eso sería peligroso, en vista de la creciente ola de extremismo en el país y en toda Europa, sostuvo el politólogo Jan Charvát, quien recordó que el Partido Obrero se abrió el año pasado a los neonazis.

“Al Partido Obrero se adhirieron grupos neonazis que tienen buena organización, alta capacidad de movilización y posturas extremadamente radicales. La agrupación va cobrando fuerza, cuenta con centenares de nuevos miembros”, advirtió Charvát.

Jelena Silajdžic
El Gobierno checo pidió la disolución del ultraderechista Partido Obrero en momentos cuando en Praga se celebra una conferencia internacional sobre la integración de los extranjeros en Europa, organizada por la asociación cívica Slovo 21. La directora ejecutiva de la agrupación, Jelena Silajdžic, subrayó la necesidad de hacer frente a cualquier manifestación de racismo y xenofobia.

”Las ideas del nazismo vuelven a extenderse por Europa. Lo vemos en la República Checa, Hungría, Eslovaquia y también en Alemania, aunque en ese país se procede firmemente contra los extremistas. Los neonazis intensifican sus ataques y hay que hacerles frente cuanto antes. No debemos tolerar la violencia. Ese sería el comienzo de nuestro fin”, destacó Silajdžič.

El ministro Langer confía que el Tribunal responderá positivamente a la solicitud del Gobierno. La legislación checa permite disolver un partido político cuando éste viola la ley, atenta contra la democracia o amenaza la moral y el orden.