Gobierno checo quiere mejorar el sistema de alerta ante inundaciones
Las últimas inundaciones causaron daños millonarios en el país y se cobraron la vida de 15 personas. El Gobierno checo ha aprendido la lección y ha decidido invertir cerca de 430.000 euros en mejorar el sistema de alerta hidrometeorológica.
La República Checa se puede considerar un país experimentado en cuestión de inundaciones. A pesar de ello, en junio de este año una serie de tormentas locales pilló desprevenidos a los ciudadanos y las autoridades checas y paralizó el país durante semanas.
Y es que el Instituto Hidrometeorológico no ha tenido experiencia con las llamadas ‘inundaciones relámpago’ que, más que otras, son difíciles de pronosticar, según señaló el director del Instituto, Ivan Obrusník.
“En caso de las inundaciones repentinas, no somos capaces de determinar con precisión el lugar y el tiempo en que se producirán. Por eso tratamos de avisar con antelación a las regiones más amenazadas, pero no podemos señalar la aldea y la hora concretas”, recalcó Obrusník.
Evaluar los impactos de las últimas inundaciones y definir las localidades de mayor riesgo es actualmente la tarea primordial del Ministerio de Medio Ambiente.
Mientras tanto, el Instituto Hidrometeorológico intentará mejorar su sistema de alerta. En primer lugar, se esforzará por hacer más rápida y efectiva la transmisión de informaciones meteorológicas a nivel nacional. Además, dentro de poco empezará a utilizar un nuevo programa que permitirá localizar con mayor facilidad las tormentas pequeñas, destacó Ivan Obrusník.“En cooperación con Francia, preparamos un modelo que permitirá pronosticar con mucha más precisión las tormentas locales. El sistema tendrá la capacidad de distinguir mejor la superficie de terreno y evaluar los diferentes fenómenos meteorológicos”, sostuvo Obrusník.
La República Checa sufrió grandes inundaciones en el verano de 1997. Entonces murieron 50 personas y los daños materiales alcanzaron 2.360 millones de euros. En 2002, la situación se repitió, con 17 víctimas fatales y más de tres mil millones de euros de daños materiales.
En junio de este año, 15 ciudadanos checos fallecieron a causa de inundaciones locales. Los daños materiales superaron esta vez los 2.300 millones de euros.