Fumar o no fumar

Para nadie es ya un secreto que fumar es nocivo para la salud. Pero cada vez son más los economistas que se unen a las campañas de los médicos, alertando sobre las cargas que representan las consecuencias del fumado para las arcas del Estado.

Los especialistas sostienen que en la República Checa mueren diariamente unas sesenta personas, como consecuencia directa del fumado, y que cada quinto estudiante, al final de la escuela primaria es fumador o al menos una vez ha fumado.

En la República Checa se ha venido hablando de una serie de prohibiciones, pero al final de cuentas la mayoría se ha cumplido tan solo a medias, o más bien se ha incumplido por falta de mayores penas contra los violadores de las mismas.

Los medios de comunicación y la publicidad han jugado un papel escencial en la proliferación del fumado como un estilo de vida.

"Fume este o aquel cigarrillo y tendrá éxito" se dice en la publicidad más primitiva, o bien "Los hombres audaces y aventureros fuman tal marca de cigarrillos".

Pero como escribiera la revista Men´s Health la familia desempeña un papel importantísimo. "Si el padre o la madre, o peor aún, si los dos fuman, qué ejemplo pueden dar a sus hijos. Es muy problable que éstos también fumen, pero lo peor es que desde pequeños ya son fumadores pasivos". La República Checa ocupa uno de los primeros lugares en el mundo, en cuanto a la edad en que se empieza a fumar. El 90 por ciento de los fumadores empieza a fumar antes de cumplir los 18 años.

La doctora Zuzana Urbanová conoce muy bien las estadísticas, porque trabaja directamente con niños y adolescentes que tienen problemas con el tabaco.

"Los niños empiezan a fumar muy pronto. La edad crítica son los 14 años. Pero en la República Checa fuma el 36 por ciento de los niños entre los 14 y 18 años", dijo la doctora Urbanová.

Entretanto, en la República Checa fuma el 38 por ciento de los hombres y el 25 por ciento de las mujeres, fumándose anualmente unos veinte mil millones de cigarrillos. Interesante es el hecho que en los úlimos veinte años el número de fumadores hombres se redujo de un 50 al 38 por ciento actual, mientras que el número de mujeres fumadoras se mantiene invariable.

En EE.UU. han tenido lugar juicios de fumadores contra empresas tabacaleras, porque las personas con la salud quebrantada han demandado a esas empresas por el perjuicio ocasionado.

El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, ha aplicado las medidas más fuertes conocidas hasta el momento contra los fumadores al prohibir que se fume en todos los bares y restaurantes de la ciudad.

Ello rige desde principios de marzo y se habla de que se prohibirá fumar en las prisiones, y se rumorea de que la prohibición llegará hasta los parques municipales y las playas.

En la República Checa los fumadores todavía disponen de mayor espacio de acción. Todavía no ha sido redactada la versión final de la ley contra los fumadores.

El diputado Josef Janecek, se muestra optimista ante los cambios legislativos que se aproximan, pero reconoce que se trata de algo bastante complejo.

"La industria del tabaco participa activamente en muchas campañas y programas de patrocinio de diferentes actividades. Mediante éstas consigue influencia, por lo que muchas veces resulta sumamente difícil la aprobación de normas y medidas en su contra", explicó el diputado Janecek.

No obstante, el presidente Václav Klaus firmó la enmienda de ley que a partir de junio del año entrante prohibe la aparición de publicidad de cigarrillos y productos de tabaco, en vías públicas. Los mismos podrán venderse tan solo en tiendas especializadas y surtidores de gasolina. La persona que no respete la medida podría ser multada con hasta 50 mil coronas, o sea un poco menos de dos mil euros.

Poco a poco la prevención se hace presente en la República Checa y tanto médicos como economistas esperan que el fumado deje pronto de afectar la salud de los ciudadanos y las arcas del Estado.

Autor: Federico Picado
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