Felipe Calderón: “No soy el presidente de México”

Felipe Calderón

Estudiante de química, chileno, con más de tres años de residencia en la República Checa, Felipe Calderón reconoce que antes de venir no sabía nada de este país. Que lo eligió porque quería aprender alemán y pensaba que acá se hablaba ese idioma, porque creía que Chequia era una provincia alemana. Esta es su historia.

Felipe Calderón es un estudiante chileno radicado en República Checa desde el año 2007 que tiene una peculiaridad que la mayoría nota al instante y otros tardan un poco más: tiene el mismo nombre que el actual presidente mexicano.

Felipe Calderón
La coincidencia se presta para algún tipo de bromas, especialmente en Facebook, porque cuando le pide amistad a alguien, un mexicano, por ejemplo, piensan que es una farsa.

“Mucha gente te hace la broma, te pregunta o te hace alguna bromilla pasajera, pero es una coincidencia, más que nada, no tengo ninguna relación con el presidente. Algún mexicano me regaña, otros me dicen alguna tontera, pero siempre se presta para una broma sutil y simpática, cuando ven que me llamo Felipe Calderón, cuando ven que en el Facebook les pido la amistad y ven mi sugerencia, se toma un poco para broma, más que nada”.

Pero las anécdotas en relación a su nombre no son tan importantes, lo relevante es saber qué hace este estudiante de química en la República Checa.

“Llegué por una beca de estudios y actualmente me dedico a.. Como que paré mi beca y ahora me dedico a aprender bien el checo y retomaré mis estudios en septiembre. Llegué a Poděbrady, viví un año allá, estudié checo en la escuela de idiomas, viví después en Praga, después viví un tiempo en Pardubice y ahora estoy en Praga otra vez”.

Reconoce que le gustó mucho vivir y estudiar en Pardubice, más que en Praga, por ejemplo, y lo explica a continuación.

“La vida en un pueblo es muy diferente a la vida en Praga. Uno como extranjero tiene ciertas facilidades para integrarse, para practicar más el idioma, porque como no es capital la gente no habla más que checo, y uno tiene que integrase y aprender el idioma. Así que te sirve mucho más si eres extranjero vivir en un pueblo que vivir en Praga, para saber desenvolverte y aprender el idioma, porque en Praga la gente habla inglés, algunos hablan español y es más difícil practicar el checo, si eres extranjero”.

Felipe Calderón estudiaba química en la Universidad de Pardubice, pero decidió congelar sus estudios porque le costaba mucho hacer las materias en checo. Por eso ahora tiene como meta perfeccionar su checo. Pero insiste que quiere volver a Pardubice, ya que tuvo una buena experiencia en esa universidad.

“Para venir a estudiar a la República Checa lo mejor es ir a un pueblo pequeño que venir a Praga. Todo el mundo viene a Praga y dice que Praga es mejor. Pienso que se sobrevaloran las universidades en Praga, las universidades en los pueblos tienen el mismo nivel de Praga o a veces mucho mejor, tienen mejor infraestructura. Yo lo vi. Tienen menos alumnos también. Y al ser menos alumnos es como una escuelita y a uno como extranjero le sirve porque es más personalizada la educación. Por ejemplo la biblioteca en Pardubice es demasiado grande para una ciudad que no es tan grande, para una universidad que no es tan grande”.

Entre las anécdotas referentes a ser el único chileno en Pardubice, Felipe Calderón cuenta una relacionada con el fútbol.

“La gente en Pardubice no tiene idea lo que es Chile. Me pasó algo muy loco cuando jugó Chile en el Mundial de Fútbol. Era el único en un bar y la gente ni siquiera imaginaba que yo era de Chile, pensaban que era de España, porque no saben la diferencia entre los latinos, para ellos somos lo mismo, gente morena. Y cuando decía que era de Chile me preguntaban dónde está. Y después te hacen como diez preguntas más, si me gusta, por qué estoy ahí, si me voy a quedar. La verdad que es bien interesante, si uno viene de tan lejos y llega a un lugar tan perdido como Pardubice, la gente al final se impresiona”.

Y mientras pasa el tiempo antes de volver a matricularse, Felipe Calderón trabaja de cocinero y barman en un bar latino en Praga.

“Tengo un trabajillo, trato de practicar el idioma, pienso que lo mejor para aprender el idioma es cuando uno está bajo presión y la mejor presión es un trabajo. Muchas veces en la universidad uno se relaja un poco, pero en el trabajo la cosa es más seria y creo que me ha servido bastante”.

Sobre sus planes a largo plazo, no puede decir categóricamente si se va a quedar en Chequia o regresará a su país.

“He visto que la vida da tantas vueltas que al final uno nunca sabe dónde va a terminar. Por ahora mi meta principal es estudiar química, terminar la carrera. Y después ya veré cómo se dan las cosas. El regreso siempre está dando vueltas. Uno nunca puede decir que me quedaré acá toda la vida o me vuelvo a Chile para siempre. No lo sé. Por ahora me siento cómodo acá en Praga, y si se me presenta la oportunidad de regresar o por ABC motivos tuviera que regresar, regresaré. Por eso no digo que me quedo o me voy, está abierto, uno nunca sabe dónde va a terminar”.

Felipe Calderón asegura que no le teme a las fiestas de fin de año sin su familia, ya que tanto para Nochebuena como la noche de san Silvestre las pasará trabajando.

“Como trabajo en un bar esas noches estaré trabajando, son épocas fuertes de trabajo y prefiero trabajar. Claro, echo de menos a mi mamá, a mi papá, a mis sobrinas, a mi hermana, pero pienso que también es difícil viajar en esta época, hay que hacerlo con mucha anticipación. Y para no estar en casa deprimido, prefiero venir a trabajar y me desconecto de todo, mi mente está en otra parte al final”.

Felipe Calderón eligió como destino de sus estudios superiores a la República Checa porque siempre tuvo la ilusión de aprender alemán. Llegó a Praga y comprobó que alemán es lo que menos se habla, que primero está el checo, luego el inglés y después todo lo demás. Y aunque el checo sea un idioma complicado, acá sigue, aprendiéndolo día a día, porque ya dejó completamente atrás su sueño de hablar alemán.