Explorando los senderos checos: un viaje por 44.000 kilómetros de tradición
El sistema de señalización de senderos checo, único en el mundo, invita a descubrir los bellos paisajes del país. El libro "Señalización de senderismo: 44.000 kilómetros de tradición", presentado este año, pone en relieve el valor de esta invención, que se mantiene viva gracias al Club de los Excursionistas Checos.
Con la llegada del otoño, los paisajes de la República Checa invitan a escapar del bullicio de la ciudad y a sumergirse en la naturaleza. El Club de Excursionistas Checos (Klub českých turistů - KČT) es la guía ideal para quienes desean explorar la vasta red de senderos señalizados de forma excepcional que serpentean por el país. Este sistema, que data de hace 135 años, ha permitido que generaciones de caminantes recorran montañas, y disfruten de ríos y bosques, siguiendo las icónicas marcas de colores que hoy cubren más de 44.000 kilómetros de caminos.
Un legado único que combina tradición y modernidad
El método desarrollado por el KČT (Club de Excursionistas Checos) para identificar distintas rutas en la naturaleza checa es único porque, a diferencia de lo que sucede en otros países, no está diseñado para marcar los niveles de dificultad, sino la longitud y relevancia de los senderos. El sistema, que emplea cuatro colores (rojo, azul, verde y amarillo), facilita la orientación de los excursionistas de forma sencilla y adaptada a sus preferencias.
Marek Šálek es periodista y autor del libro Señalización de senderismo: 44.000 kilómetros de tradición (Turistická značka – 44 tisíc kilometrů tradice), editado este año. En diálogo con la Radio Checa, el escritor menciona detalladamente los significados de cada color y también hace una advertencia.
“Los senderos rojos forman una especie de columna vertebral del sistema de señalización, ya que este color indica senderos largos, que a menudo siguen ríos o cimas. El azul indica senderos largos de importancia regional. Los senderos verdes representan caminos cortos y locales. Por último, los caminos amarillos conectan otros caminos u ofrecen atajos: por ejemplo, si te encuentras atrapado en una tormenta en la cima de un cordón montañoso, el camino amarillo te permite bajar rápidamente a un pueblo o a una estación. Sin embargo, atención, con 44.000 km de senderos señalizados, no siempre es posible respetar el camino definido originalmente”.
Šálek, quien ha recorrido estos senderos desde su infancia, resalta la simplicidad y eficacia de la invención checa, que, a diferencia de otras, no incluye señales que indiquen que el excursionista ha tomado un camino incorrecto. En lugar de advertencias, el sistema está diseñado para mantener al caminante en el rumbo correcto a través de marcas bien ubicadas, indicaciones en cada bifurcación y postes informativos en los cruces de caminos, con detalles sobre la distancia a la siguiente parada.
Redescubriendo la naturaleza checa
Uno de los aspectos más fascinantes de este método es su capacidad para llevar a los excursionistas a sitios de interés natural, cultural o histórico. La red de senderos no solo ofrece rutas a través de paisajes espectaculares, sino que conecta a los caminantes con la historia y la cultura checa, ya que atraviesan castillos antiguos, iglesias remotas y monumentos naturales.
Además, el Club de Excursionistas Checos ha modernizado su oferta con herramientas digitales que facilitan la planificación y navegación de rutas. Por ejemplo, la plataforma Mapy.cz incluye todos los recorridos señalizados del KČT y permite calcular la longitud, el desnivel y otros detalles útiles de las rutas. La aplicación móvil, disponible incluso fuera de línea, es un complemento esencial para quienes desean desconectar sin perderse en el camino.
El corazón del senderismo checo: voluntarios y tradición
Otro de los puntos que hace único al sistema de senderos checos es su alcance nacional y la dedicación de los voluntarios que lo mantienen. Un ejército de 1800 voluntarios trabaja incansablemente para asegurar que cada tramo de los 44.000 kilómetros de rutas se mantenga en óptimas condiciones. Según Šálek, cada metro de sendero debe ser revisado y renovado al menos una vez cada tres años, lo que garantiza una experiencia de caminata segura y bien señalizada. Según, Šálek, estas características hacen de este sistema una invención no sólo única sino también muy efectiva.
“El hecho de que el sistema exista a escala nacional es lo que lo hace excepcional y único. En mi libro cito a un británico que vivió en la República Checa durante varias décadas y que se convirtió en un referente en el tema. Es un excursionista experimentado: cruzó media Europa a pie y también ha hecho caminatas por Estados Unidos y Canadá, por lo que puede hacer la comparación de los distintos sistemas. En Francia, por ejemplo, de donde regresaba cuando lo conocí, realizó una caminata que resultó ser un suplicio, porque el camino estaba perfectamente señalizado a la salida de un pueblo, pero luego las marcas se iban perdiendo hasta desaparecer por completo, cuando llegó a estar en medio de la montaña. Me explicó que tal vez este problema se debe a que, en muchos países, son los municipios los que se encargan de hacer el mantenimiento de las señales. Basta con que el funcionario sea sustituido o que se agoten los fondos para que las marcas se deterioren”.
El desafío del escarabajo y otros obstáculos
A pesar de su solidez, esta solución ha enfrentado desafíos recientes, como la plaga del escarabajo scolytinae, que ha devastado vastas áreas forestales en la región de Vysočina. Con la caída de los árboles, muchas de las marcas pintadas en ellos desaparecen, lo que deja a los caminantes desorientados en medio de paisajes desolados. Sin embargo, el KČT ha desarrollado respuestas apropiadas al problema, como una plataforma en línea que permite a los excursionistas reportar tramos de senderos donde la señalización ha desaparecido, de modo que las reparaciones se realicen lo antes posible.
El futuro del senderismo en la República Checa
Con más de 135 años de historia, el KČT sigue siendo una institución central en la vida de muchos checos. Desde sus inicios, cuando organizaba excursiones a la Exposición Universal de París en 1889, hasta la construcción de la torre de Petřín en Praga, el club ha jugado un papel fundamental en la promoción del senderismo y el amor por la naturaleza.
Hoy en día, el club continúa evolucionando para adaptarse a las necesidades de los caminantes modernos. Mientras que la tradición de caminar por la naturaleza puede parecer anticuada para algunos, sigue siendo una actividad que ofrece beneficios físicos y mentales incomparables. Para quienes buscan escapar del estrés de la vida diaria, estas rutas son una opción ideal.
Según explica el autor, para formar parte de la red de voluntarios que mantienen señalizadas estas rutas naturales, no hace falta más que buena voluntad y algo de dedicación. Además, aclara que el trabajo de pintar las características marcas es solo una parte de las tareas necesarias.
“Pintar las señales no es la actividad principal. Pasamos mucho tiempo reparando marcadores viejos, pero, más que nada, podando. La temporada principal para marcar las señales es de abril a mayo, cuando la vegetación es más abundante. Es importante que las señales permanezcan visibles, y limpiarlas en esta jungla de árboles y arbustos requiere mucho trabajo. Cualquiera que desee convertirse en señalizador es bienvenido al Club de Excursionistas Checos. El entrenamiento incluye en primer lugar dos expediciones de aproximadamente 5 km con un marcador experimentado; Puede que no parezca mucho, pero me sorprendió saber que la velocidad media al marcar un sendero es de 1 kilómetro por hora”.
Con su sistema de señalización único, el apoyo de una comunidad de voluntarios comprometidos y herramientas digitales que facilitan la navegación, el Club de Excursionistas Checos sigue siendo una guía confiable para todos aquellos que desean explorar la belleza natural de la República Checa.
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