Expertos debaten en Praga las alternativas a la experimentación con animales

Foto: Jean-Etienne Poirrier, CC-BY-SA 2.0

La búsqueda de nuevas alternativas a la experimentación con animales vivos centra la atención de los participantes en el noveno Congreso Internacional sobre la problemática, iniciado en Praga este lunes. Se trata de la primera vez que un encuentro de esa índole se celebra en un país de Europa del Este.

Foto: Jean-Etienne Poirrier,  CC-BY-SA 2.0
Miles de expertos del mundo entero se dieron cita en la capital checa para intercambiar opiniones sobre cuestiones éticas relacionadas con el uso de animales para fines científicos y dar a conocer sus experiencias con técnicas alternativas para reducir al mínimo la experimentación animal. Los científicos, apoyados por la mayoría de los demás ciudadanos coinciden en la necesidad de regirse por los principios de las llamadas ‘tres erres’ (3R) que significan Reemplazar, Reducir y Refinar el uso de animales, afirma Marek Vácha, jefe del Instituto de Ética en Medicina de la Tercera Facultad de Medicina, de Praga.

”Cada persona civilizada es consciente de que el animal no es una cosa, sino un ser. A propósito, este hecho lo implica finalmente también el nuevo Código Civil de la República Checa que entró en vigor en enero de 2014. Somos conscientes de que los animales sufren al ser utilizados en experimentos científicos, por lo que queremos buscar nuevas alternativas y formas de cómo minimizar el sufrimiento de los animales, así como su propio aprovechamiento para estos fines”.

Marek Vácha,  foto: Khalil Baalbaki
Los expertos afirman que existe un sinnúmero de métodos alternativos para minimizar la experimentación animal y otros van siendo descubiertos, como indica Marek Vácha.

”A veces podemos hacer el experimento aprovechando en él por ejemplo los tejidos de organismos de animales, o también células madre. Cuando ya tenemos que utilizar animales vivos, tratamos de que nuestros procedimientos sean lo menos drásticos o utilizamos animales con un grado de evolución inferior. Por ejemplo, lo que se puede hacer con un conejo no hacerlo con un mono, lo que se puede hacer con hongos microscópicos no hacer con ratones, etc”.

Otra de las alternativas viables es el aprovechamiento de los órganos de animales muertos y tejidos u otro material biológico de origen humano.

Además, en los países de la Unión Europea las investigaciones con animales pueden ser utilizadas exclusivamente para fines médicos o para determinar los eventuales efectos de un nuevo abono o detergente sobre el ser humano. Sin embargo, en la industria cosmética los experimentos con animales están prohibidos. Esta medida fue adoptada por la Comisión Europea en 2009. En el año 20011 fueron utilizados en la Unión Europea unos 11,5 millones de animales en experimentos de laboratorio.

Durante el último decenio también en la República Checa se redujo en un tercio el uso de animales para experimentos en laboratorios. Según datos del Instituto Nacional de Salud, el año pasado unos 240.000 animales fueron utilizados con fines científicos. Aunque esa cantidad incluye también por ejemplo las aves que fueron anilladas con fines científicos. O sea que los experimentos con animales no siempre son invasivos.

El Congreso Internacional sobre las alternativas de la experimentación con animales se prolongará en la capital checa hasta el 28 de agosto.