Ex ministro de Informática exculpado por el Tribunal Supremo de Praga

Vladimír Mlynář (Foto: CTK)

El Tribunal Supremo de Praga exculpó definitivamente a Vladimír Mlynář, ex ministro de Informática, quien fue acusado de fraude y condenado a cinco años y medio de prisión en enero de este año.

Vladimír Mlynář  (Foto: CTK)
Vladimír Mlynář es inocente. Así lo decidió el Tribunal Supremo de Praga casi un año después de que el ex ministro fue acusado de haber fundado ilegalmente la empresa privada Testcom Servis y condenado por el Tribunal Municipal a cinco años y medio de prisión.

El ex ministro estuvo contento con el veredicto y señaló que tomaría pasos para justificarse ante el público.

“Tomaré medidas contra las personas que hicieron falsos testimonios en el proceso. Considero mi exculpación como la prueba de que la Justicia checa funciona bien, aunque a veces comete errores y pronuncia sentencias injustas”, sostuvo Mlynář.

Mlynář, entonces ministro de Informática, mandó fundar en noviembre de 2003 una empresa informática, Testcom Servis, especializada en la creación de páginas electrónicas, a pesar de que la ley prohibe a los ministerios y a otros centros de administración pública fundar compañías privadas.

Vladimír Mlynář  (Foto: CTK)
A principios del año, el Tribunal Municipal acusó al ex ministro de haber facilitado la transferencia de unos 250 mil euros de fondos públicos a la empresa Testcom Servis.

El ex ministro apeló contra la sentencia al Tribunal Supremo y éste decidió en su favor. La transacción la consideró como ilegal, pero no como un delito. “Mlynář no violó la ley, no ocasionó ningunos daños al estado ni tampoco sacó beneficio alguno de la operación“, indicó el juez Pavel Zelenka.

No es la primera vez que dos tribunales pronuncian dos veredictos diferentes sobre un caso. Algo parecido ocurrió hace poco en la causa del viceprimer ministro del Gobierno, Jiří Čunek, acusado de corrupción por un fiscal y exculpado por el otro.

Los jueces, no obstante, sostienen que en un país democrático es normal. “Aunque les pueda parecer raro, es la prueba de que los tribunales checos deciden independientemente“, señaló Jan Fořt, portavoz del Tribunal Supremo de Praga, al diario Lidové Noviny.