Estudiantes quieren ser garantes de la democracia
La iniciativa de estudiantes universitarios Balance de la Democracia nació hace más de dos años por la necesidad de evaluar cómo evoluciona la democracia checa. Otro de los objetivos que se ha propuesto es mejorar la cultura política en el país. Los jóvenes están decididos a continuar sus esfuerzos tras estas elecciones parlamentarias.
Con motivo del 20 aniversario de la caída del régimen totalitario en el país, que se celebró en noviembre del año pasado, los estudiantes pidieron a los políticos varios cambios legislativos, como por ejemplo limitar la inmunidad de los legisladores e introducir reglas claras para el lobby. Este deseo no se les cumplió. Un motivo más para proseguir nuestras actividades tras las elecciones, señala Tomáš Drážný, jefe de la iniciativa Balance de la Democracia.
“Nos esforzaremos constantemente por alcanzar nuestros objetivos. Mediante entrevistas con políticos, debates, conferencias, manifestaciones y otras actividades intentaremos presionar a los partidos para que abran los ojos y hagan algo por la democracia. Trataremos de ser los guardianes de la democracia, haremos para ello lo máximo posible”.Tomáš Drážný explica que Balance de la Democracia considera primordial la participación de los ciudadanos en los comicios. Es más importante que las preferencias electorales, subraya el estudiante, de 26 años.
“Si los electores van a las urnas, manifiestan su interés por los asuntos públicos y su voluntad de decidir. No ceden la responsabilidad a los demás, no dicen esa frase conocida: mi voto no cambiará nada. Las elecciones son como el aire. Mientras que lo tenemos, lo tomamos como algo natural. Si alguien nos lo quitara, empezaremos a luchar por ello”.
Según Tomáš Drážný, la sociedad civil checa funcionó mejor hace 20 años durante la Revolución de Terciopelo. Entonces, la gente era capaz de volverse activa y salir a la calle para expresar su voluntad, dice.“Es algo que nosotros no tenemos aquí ahora. En gran medida se debe a que en realidad estamos contentos. Mientras la sociedad en general no tenga ningún problema no irá a la calle y no mostrará interés por las cosas que pasan. Por ejemplo, en Chequia prolifera la corrupción, pero no afecta a la gente en tal medida para que se levante, se incorpore activamente a alguna iniciativa y se esfuerce por algo”.
Balance de la Democracia se centra asimismo en el comportamiento de los políticos. Según la experiencia que ha tenido hasta el momento, los diputados se muestran abiertos hacia su iniciativa, apunta Tomáš Drážný.
“El único líder que rechazó reunirse y hablar con nosotros fue el ex presidente del Partido Cívico Democrático, Mirek Topolánek. Nos envió un SMS, por ejemplo, que decía que la excesiva inmunidad es un problema artificial y que empezamos a aburrirlo”.Los estudiantes están convencidos de que la cultura política es un reflejo del estado de toda la sociedad y quieren impulsar la creación de otras iniciativas cívicas semejantes a Balance de la Democracia que no serán indiferentes a la situación de la democracia en la República Checa.