Estoy casi adaptado a Praga

Plaza de San Venceslao en Praga

Hoy charlamos brevemente con el cubano Angelo Repilado, de 30 años de edad, que desde hace un año y medio vive en la República Checa. Angelo, nieto del célebre compositor cubano Compay Segundo, nos cuenta por qué dejó su natal Cuba.

¿Cómo y por qué llegaste a la República Checa?

Plaza de San Venceslao en Praga
Todo comenzó en Cuba. Estudiaba en la Universidad de La Habana y ahí conocí a la mujer que hoy es mi esposa. Ella viajó a mi país a estudiar cultura cubana. Nos conocimos y comenzamos a salir, a compartir mucho, a bailar salsa. Fue así como nos hicimos novios y comenzó nuestra relación. Pero después mi mujer terminó sus estudios y tenía que volver a Praga. Y entonces me dijo, Angelo, "lo he pasado muy bien aquí contigo, no quiero dejarte, ¿por qué no vienes conmigo a vivir a Praga?. Para eso, antes de irme, te voy a dejar unos libros para que aprendas el idioma". Luego me dio unas clases, pero me costó mucho aprender... no se me pegaba este idioma. Después llegó el momento de la invitación, llegué a la República Checa, contraje matrimonio y me casé. Ahora estoy muy feliz".

¿Qué planeas para el futuro?, ¿quieres volver a Cuba o radicarte aquí?

Ante todo soy cubano, en Cuba tengo toda mi familia, mis amistades y aunque estoy ahora en la República Checa, pienso volver en la medida de los posible. Como en todo, la comunicación es muy importante y al principio la falta de conocimientos del idioma me impedía encontrar amigos, pero ahora ya considero estar muy incorporado a la sociedad y especialmente en el medio artístico y cultural, que es lo que más me gusta: los bailes, la música.

¿A qué te dedicas?

Praga - Smichov
Tuve la suerte de encontrar trabajo como instructor de baile, de salsa cubana, de merengue, son... tengo gracias a ello grandes amistades y considero que me va muy bien.

¿Cómo ha sido para ti este encuentro con los checos, con sus costumbres, su manera de ser, de vivir...?

Debo confesar que al principio fue un choque muy fuerte. En primer lugar por el idioma y luego también porque los checos tienen una manera de relacionarse, de ver la amistad muy diferente a nosotros los cubanos. Nosotros somos m8s c8lidos con nuestros amigos, nuestros familiares, etc. Sin embargo, ya me siento adaptado. Llevo un año y seis meses en Praga, anteriormente había estado en Brasil y aunque no puedo decir que me siento como en casa, si podría decir que estoy casi como en casa. Extraño a la familia, los amigos, a Cuba, pero me siento bien aquí".