Estacas de olor: un experimento para prevenir accidentes con animales

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El nuevo tramo de la autopista D47 entre Ostrava y Hranice, al norte de Moravia, es objeto de un singular experimento. La Dirección de Carreteras y Autopistas de la República Checa ha instalado en sus bordes estacas de madera impregnadas con el olor de depredadores como el lince o el oso, para prevenir accidentes con animales salvajes.

La República Checa está entre los países europeos con mayor densidad de carreteras. Cerca de 700 metros de cada kilómetro cuadrado del paisaje están cubiertos por carreteras y autopistas. La trayectoria recorrida cada día por los vehículos en este tramo es de 1.750 kilómetros, equivalentes a la distancia entre Praga y Bruselas, por ejemplo.

El alto nivel del tránsito automotor supone una enorme carga ecológica. Uno de los impactos negativos es la gran mortalidad de animales salvajes a causa de atropellos.

Además, la súbita irrupción de animales en la carretera representa un gran peligro para los conductores. En Chequia se registran cada año entre 6.000 y 8.000 colisiones de tránsito provocadas por los animales. El tres por ciento de todos los accidentes mortales se deben a esta causa.

Proteger los animales silvestres y prevenir los accidentes ocasionados por ellos es el objetivo de un nuevo proyecto de la Dirección de Carreteras y Autopistas, que se está aplicando desde diciembre del año pasado en la autopista D47, al norte de Moravia. Vlastimil Matějka, de dicha empresa, explica en qué consiste.

“Se trata de estacas de madera que se clavan en la cercanía de las carreteras a cinco metros de distancia entre una y otra. Están impregnadas con los olores típicos de algunos depredadores como es el perro, el lince o el oso”, sostiene Matějka.

Oliendo a sus enemigos, las corzas, las liebres y otros animales silvestres tratan de evitar la zona con estacas y se mantienen alejados de la vía de comunicación.

Aunque se trata de una medida provisional mientras se instalan las cercas protectoras de la autopista, muchos la aplauden, entre ellos, los ecólogos y los cazadores, según afirma Martina Vápeníková, portavoz de la Dirección de Carreteras y Autopistas.

“Las distintas asociaciones de cazadores favorecen este método ya que tienen mala experiencia con las cercas tradicionales. Cuando un animal supera la cerca e irrumpe en la carretera ya no encuentra la salida y muere atropellado”, dice Vápeníková.

Las evaluaciones previas parecen indicar que el método aplicado en la autopista D47 no es muy efectivo. Durante los primeros cuatro meses de este año ocurrieron en dicho tramo 15 accidentes provocados por animales, el mayor número a nivel nacional.

Sin embargo, los especialistas insisten en que la elevada cifra se debe al hecho de que se trata de una autopista recién abierta. Los animales siempre tardan unos cuantos meses en adaptarse al cambio, coinciden los expertos.

Mientras tanto, otras regiones del país se muestran interesadas en el proyecto. En Moravia del Sur, por ejemplo, quieren aplicar esta medida en todas las carreteras de primera clase.