Ser checo en la Cataluña del “procés”

Foto: ČTK

Preguntamos a varios checos instalados en Cataluña sobre su punto de vista y sentimientos acerca de la crisis provocada por el proceso de independencia.

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Los checos que viven en Cataluña se han convertido en testigos de un momento social y político especialmente convulso. Como extranjeros en principio ajenos tanto al nacionalismo catalán como al español, sus opiniones arrojan una luz distinta sobre el proceso de independencia.

Zuzana Čapková, que vive ya 28 años en Barcelona, afirma que si ha habido un repunte del sentimiento independentista, este ha venido dado por la reacción del Gobierno central al referéndum catalán.

“Es una cuestión de sentimiento, de pertenencia a una cultura, a una nación. No creo que esto haya subido. Quizás sí en las últimas semanas. Desde el día 1 de octubre, gente, amigos míos, personas que no son ni catalanas, ni españolas, ni checas ni eslovacas… Tengo amigos en Francia, Australia, en Austria, que han estado hablando conmigo y que me han comentado: oye, entendemos que con esta situación el sentimiento de las personas gire y quieran estar al lado de Cataluña”.

Esta toma de posicionamiento más cercana al nacionalismo catalán y más lejos de las tesis del Gobierno central también es compartida por Helena Součková, que pasó de observadora imparcial a partidaria tras los sucesos del primero de octubre.

“El día 1 de octubre, el día del referéndum, fue para mí un punto de inflexión en toda la visión de este asunto. Yo viví personalmente estas cosas porque en el colegio de mi hija, que era uno de los colegios electorales, vino la Guardia Civil e intervino de manera bastante fuerte. Llegaron como 30 furgonetas de la policía y pegaban a la gente con porras, los tiraban al suelo, rompían puertas de las clases en búsqueda de las urnas, y solo verlos llegar era una imagen bastante atroz”.

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Dejando a un lado la falta de la legalidad del referéndum, el mismo hecho de que no haya habido margen para convocar uno de forma legal es una falta de calidad democrática a los ojos de Helena.

“El referéndum se frena a cualquier coste, y para mí esto es muy difícil de entender. Porque si hay esa mayoría silenciosa de la que está hablando el Gobierno central, pues déjalos pronunciarse y hacemos un referéndum, y cada uno dice quién quiere independencia y quién no. Los independentistas decían siempre que luego se respetaría el voto de la mayoría. Pero así, si lo están impidiendo con tanta fuerza, algo falla, creo”.

También Jakub Dostal, que vive en el centro de Barcelona, aboga por un referéndum en el marco de la legalidad.

Jakub Dostál,  foto: Archives de Jakub Dostál
“Yo soy demócrata. Entonces, ¿por qué no hacer un referéndum? Pero un referéndum con la ley. Yo pienso que los que quieren quedarse en España lo ganarían. Pero debería ser un reférendum legal, como lo prevén las leyes y la Constitución. Esa es mi opinión”.

Qué votarías si pudieras

Los checos residentes en Cataluña ni pudieron votar el primero de octubre ni podrían hacerlo en caso de un hipotético nuevo referéndum, esta vez legal, si se llegara a realizar. Pero si tuvieran la oportunidad, lo tienen claro. Esto es lo que votaría Zuzana.

“Justamente por lo que yo te comento, que es una idea muy personal pero que creo que esta sensación la tiene mucha gente y muchos amigos míos, no solamente catalanes, sino españoles y de otros puntos del mundo, por la falta de diálogo y la falta de permeabilidad, seguramente hubiera votado que sí, por la independencia”.

Jakub, en cambio, es de otra opinión.

“Yo votaría a quedarme en España. Porque sacar un país pequeño como Cataluña, integrarlo de nuevo en la Unión Europea, es un proceso que nosotros los checos y eslovacos no hemos pasado, porque todavía no estamos adentro de las estructuras europeas. Entramos juntos, después de la separación. Pero yo no tengo claro que sea un bonus para los catalanes, no lo pienso”.

Según datos del Ministerio de Relaciones Exteriores checo, hay unos 11.000 ciudadanos checos viviendo en España.