Es imposible anular la compra de los aviones españoles CASA
El Gobierno no podrá deshacerse de los aviones españoles CASA, tal y como desearía. Un informe preparado por abogados de White&Case descarta esa opción. Chequia pagó por las aeronaves más que nadie pero meses después de recibirlos sigue sin poder utilizarlos debido a fallos técnicos.
Así informa este miércoles el diario económico E15, citando fuentes del Ministerio de Defensa, que piden anonimato. Las numerosas complicaciones derivadas de romper el contrato hacen que la opción haya sido supuestamente desechada, pero oficialmente nadie quiere declarar nada. El ministro de Defensa, Alexander Vondra, dijo este lunes en radio Impuls que la última fecha límite para tener los aviones en perfecto estado es a finales de noviembre. Pero para entonces también debería haber terminado el entrenamiento con los pilotos, que de momento no se puede llevar a cabo.
Lo que parece casi definitivo es que no podrán cumplir el primer objetivo para el que fueron adquiridos, dice el Jefe del Estado Mayor checo, Vlastimil Picek.“A nuestros aliados tenemos que decirles que no podemos prometer que estos aviones vayan a estar en condiciones para servir en 2012 en Afganistán”.
La polémica alrededor de los aviones CASA es antigua y la lista de despropósitos interminable. Primero muchos expertos denunciaron que los aparatos no eran lo que las Fuerzas Armadas checas necesitaban antes de que se cerrara la compra en 2009. Después se demostró que el Estado había pagado a la empresa responsable de la adquisición, Omnipol, una suma desorbitada y que ésta no había realizado un concurso público a nivel europeo, como exige una directiva de los Veintisiete. En total fueron 132 millones de euros y cinco cazas de fabricación checa L-159 lo que pagó Chequia, el doble que otros estados que adquirieron esos mismos aparatos.
Las sospechas de corrupción llevaron a la Unión Europea a abrir una investigación contra la gestión checa de esa compra. Pero además, cuando las naves llegaron al país, se comprobó que estaban en un estado que las hacía inservibles para realizar la misión para la que habían sido compradas. Los fallos técnicos graves son dos. Por un lado el software con el que están equipados los aviones, anticuado y que da problemas de funcionamiento, como por ejemplo, hacer perder decenas de metros de altura al aparato en pleno vuelo. Por otra parte, el sistema de defensa pasiva no funciona. Este dispositivo debería disparar automáticamente contra posibles amenazas. Sin él, los aparatos no pueden funcionar en una zona de guerra.Desde el día 1 de agosto Chequia percibe unos dos mil euros diarios por parte de Omnipol como sanción por no poder usar los aviones militares, que por el momento la única operación que han realizado ha sido el transporte de algunos caballos a Mongolia.