Entre los dueños del castillo de Pecka destaca el viajero y compositor Krystof Harant
Esta vez visitaremos el castillo de Pecka, perla de la región que se extiende en la falda de la sierra de Krkonose, en Bohemia Nororiental. Los muros del castillo están cargados de historia. Entre sus dueños destaca el noble protestante Krystof Harant, viajero, escritor y compositor, ejecutado en 1621 por haber participado en una insurrección contra el emperador Fernando II.
Una curiosa leyenda explica el origen del nombre del castillo- Pecka- palabra que significa "hueso de la fruta": En el cercano cerro de Tábor vivía una bruja que solía contratar a las mujeres de los alrededores para diversas tareas domésticas. Una vez contrató a un grupo de mujeres para lavar la ropa. Éstas subieron al cerro Tábor, a la sede de la bruja, y ella se marchó.
El castillo de Pecka fue edificado a principios del siglo 14 por los señores de Zeleznice. Los pergaminos históricos mencionan en 1322 como su primer dueño a Budivoj de Pecka. Por aquella época surgió al pie del castillo una población que en 1382 sería elevada al rango de ciudad.
En 1604 adquirió el castillo por matrimonio el noble protestante Krystof Harant de Polzice y Bezdruzice, el más notable dueño de Pecka. En el interior del restaurado palacio occidental del castillo el visitante puede recorrer una exposición alusiva a los azarosos destinos de Krystof Harant y comprar grabaciones de sus composiciones.
Krystof Harant, nacido en 1564, dominaba varias lenguas, sobresalía en la música como intérprete y compositor, magníficamente dibujaba y era un notable hombre de letras. Destacaba también en la caza de jabalíes y de ciervos así como en los juegos de bola.
A los doce años se trasladó a Tirol para servir de paje al príncipe Fernando, hermano del emperador Maxmiliano II. Después combatió en las guerras contra los turcos.
En 1598 emprendió con su cuñado un viaje a la Tierra Santa y Egipto. Al navegar desde Chipre a Palestina faltó poco que el frágil velero de carga se hundiera durante una tormenta.
Al atravesar el desierto rumbo a El Cairo, Krystof Harant y su cuñado fueron asaltados y los salteadores se llevaron sus trajes y provisiones. A los viajeros les ayudó la presencia de espíritu de Krystof Harant. El noble aprovechó la confusión y la oscuridad para enterrar en la arena su cinturón con el dinero que cubrió con una piedra.
Los viajeros llegaron a El Cairo tras una penosa peregrinación, alimentándose de tortillas amasadas de restos de harina que secaban al sol. Y cuando ya navegaba desde Egipto a Venecia, el señor Harant contrajo una fiebre y parecía que no llegaría vivo a Europa.
Krystof Harant describió todas sus aventuras en un libro de viajes, editado en 1608. Entretanto, en 1600 se había puesto al servicio del emperador Rodolfo II. Tras la muerte del monarca se retiró a su sede en el castillo de Pecka.
Entre 1618 y 1620 Krystof Harant fue participante activo de la insurrección de los nobles protestantes checos contra el emperador Fernando II. Cuando las tropas de los insurrectos llegaron hacia Viena, Krystof Harant fue el comandante de artillería que abrió fuego contra el palacio imperial.
El emperador Fernando II jamás perdonó a Krystof Harant el que hubiera disparado contra la sede imperial en Viena. El noble checo fue inscrito en la lista de personeros protestantes que debían ser castigados. La hora de la venganza llegó cuando los estamentos checos perdieron en la batalla de la Montaña Blanca, en las afueras de Praga, el 8 de noviembre de 1620.
Pocos meses después de la batalla de la Montaña Blanca galopaba en dirección a la sede de Krystof Harant en el castillo de Pecka un nutrido destacamento de caballería del emperador Fernando. Se dirigía a Pecka para arrestar al rebelde noble checo. El jefe del destacamento se llamaba Alberto de Wallenstein.
En marzo de 1621 Krystof Harant salía del castillo de Pecka como un prisionero. En el patio el viento le llevó su sombrero. El noble lo consideró de mal agüero, pero intentó bromear diciendo: "Si yo fuera un romano regresaría y hoy no saldría de la casa por nada de este mundo".
Al salir del castillo de Pecka, custodiado por Alberto de Wallenstein, Krystof Harant tenía por delante sólo tres meses de vida. El 21 de junio de 1621 sería decapitado en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga.
Después de la muerte de Krystof Harant en el patíbulo se hizo con el castillo de Pecka el jefe militar Alberto de Wallenstein que lo donaría en 1626 a monjes pertenecientes a la orden de la Cartuja.
En 1782 adquirió el castillo, ya en mal estado, el conde Trautmansdorf. En 1830 Pecka fue devastado por un incendio. Tan sólo en el siglo 20 se procedió a la reparación del castillo en cuyo gran salón tienen ahora lugar conciertos y bodas. Los años impares se celebra en Pecka el festival internacional de música renacentista "Festividades del canto histórico Krystof Harant".
La guía nos dice, sin sombra de duda en la voz, que el espíritu del noble Krystof Harant, ejecutado en 1621, sigue recorriendo las salas y pasillos del castillo de Pecka.
