Energía para la RCh: El gas contra el átomo

Mirek Topolánek (a la izquierda) y Ferenc Gyurcsany (Foto: CTK)

La reciente crisis del gas, relacionada con el recorte de los suministros de Rusia a Europa, reanimó en la República Checa el debate sobre el concepto energético del país. El primer ministro Topolánek promueve a nivel europeo el proyecto Nabucco. Mientras tanto el Ministerio de Industria propone construir nuevas centrales nucleares.

Mirek Topolánek  (a la izquierda) y Ferenc Gyurcsany  (Foto: CTK)
Sin fuentes de energía diversificadas la independencia de la Unión Europea estará amenazada. Así lo declaró este martes el primer ministro checo, Mirek Topolánek, en la cumbre de Budapest sobre el gaseoducto Nabucco que debería conducir a Europa el gas de las costas del Mar Caspio.

“Nabucco debe garantizar no solamente nuestra seguridad energética y la seguridad de los suministros, sino también nuestra independencia, de hecho, nuestra libertad”.

Sin embargo, no todos los países comunitarios dan prioridad al proyecto Nabucco ni reina la concordia en cuanto a su financiación.

El Ministerio de Industria y Comercio checo ve la respuesta a los riesgos de las importaciones del gas ruso en la energía nuclear. Según la primera versión del nuevo concepto energético del país, en 2030 el volumen de electricidad producida a partir del átomo debería aumentar del 35 por ciento al 50 por ciento, aproximadamente.

En contra de ello se pronuncia el Partido de los Verdes. Su líder y ministro de Medio Ambiente, Martin Bursík, argumenta que no se ha solucionado todavía el problema del almacenamiento de los residuos nucleares ni de la construcción de nuevas plantas.

“Si deciden ahora construir una central electronuclear, entrará en funcionamiento en unos catorce años como promedio y esto no solucionará la suspensión de los suministros del gas a través de Ucrania”.

El Ministerio de Industria y Comercio checo también desea eliminar los límites para la explotación de lignito y carbón. El experto energético, Pavel Stehlík, apuntó al respecto que hay que seguir el ejemplo de los países vecinos, agregando que por ejemplo Alemania apoyó en 2005 su industria de carbón con subvenciones estatales de 2 mil 700 millones de euros.

“Tenemos que comportarnos de manera razonable y aprovechar nuestras fuentes de energía locales. Y no se trata sólo de carbón y de lignito, sino también de las fuentes de energía renovables y del uranio”.

El Ministerio de Industria y Comercio debería presentar el nuevo concepto energético al Gobierno en otoño.