En el Castillo de Praga conmemoran el 400 aniversario de la muerte del rabino Löw
En septiembre se cumplirán 400 años de la muerte del célebre rabino praguense Löw. Con este motivo fue instalada en la Caballeriza Imperial del Castillo de Praga una gran exposición dedicada a este erudito extraordinario. Se titula ‘El camino de la vida. El rabí Löw’.
Teólogo, pedagogo, filósofo, taumaturgo, matemático y creador del hombre artificial Golem. Así conoce el mundo al rabí Löw, en hebreo Yehudá Levy ben Betzalel, llamado por los judíos también Maharal. Nació probablemente en 1525 en Poznan, Polonia, y murió el 17 de septiembre de 1609 en Praga.
El rabino auténtico y el ficticio son presentados en la exposición ‘El camino de la vida. El rabí Löw’, en el Castillo de Praga. Leo Pavlát, director del Museo Judío de Praga que coorganiza la muestra, explica que el visitante puede corregir sus conocimientos sobre Maharal.
“El rabino Löw es percibido ante todo como un personaje más bien mítico, a lo cual contribuyó sin duda el escritor Alois Jirásek que lo incluyó en su libro de ‘Viejas leyendas checas’, en el capítulo sobre el Golem. Sin embargo, el rabí Löw es un eminente pensador judío. Sus obras destacan por una gran actualidad. El saber real tiene una validez duradera y así es en el caso de Maharal”.
Quizá poca gente sabe que Yehudá Levy ben Betzalel ocupó durante 20 años el cargo de rabino en Mikulov, en Moravia del Sur, y se esforzó, cabe decir que en vano, para que los judíos fabricaran y consumieran exclusivamente el vino kosher.
El comisario de la exposición, Arno Pařík, apunta que el rabí Löw vivió en el siglo del éxodo de los judíos de España, lo cual le hizo ocuparse de las ideas del sionismo.
“Escribe que toda nación tiene el derecho a un lugar en el que vivir. Cuando es expulsada de su tierra, es una situación que no es natural y no puede durar eternamente. Él tenía esa fe e idea casi mesiánica de que los judíos tendrán que volver a Israel”.
Entre los más de 200 objetos vinculados con su vida real, que se exponen en la Caballeriza Imperial, destacan los manuscritos del rabino Löw. El Archivo Estatal de Viena prestó un documento del año 1597 firmado por Maharal. En una de las vitrinas se puede ver una campanilla del emperador Rodolfo II, que se reunió personalmente con el famoso erudito judío. La campanilla fue fundida de siete metales, según instrucciones cabalistas.
Una parte de la exposición está dedicada a las numerosas obras de arte inspiradas por el legado del rabí Löw. Además, mediante un modelo tridimensional digital, el visitante puede introducirse en las calles del barrio judío de Praga, hoy ya desaparecido.
La exposición ‘El camino de la vida. El rabí Löw’ permanecerá en la Caballeriza Imperial del Castillo de Praga hasta el 8 de noviembre de 2009.