Empieza el referéndum sobre la adhesión de la RCh a la UE
A las dos de la tarde, hora centroeuropea, se abrieron los colegios electorales en la República Checa. Los ciudadanos checos decidirán en un referéndum si el país ingresará o no en la Unión Europea.
"Fui elegido presidente de la República Checa, es decir, presidente de todos los checos, tanto de los que votarán el viernes y el sábado a favor como de los que votarán en contra".
El Primer ministro, Vladimír Spidla, señaló que la postura de Václav Klaus es correcta y corresponde a su posición como jefe de Estado. Está convencido, no obstante, que el interés de la nación checa es que se respalde la adhesión.
El embajador de la Unión Europea en la República Checa, Ramiro Cibrián, enfatizó que es necesario que los ciudadanos checos acudan a las urnas."Creo que es la decisión políticamente más trascendente. Los ciudadanos checos van a tener el derecho y yo diría también el deber de decidir sobre su futuro. Y no solamente sobre su futuro, porque la Unión Europea es un proyecto de largo plazo. Van a tener también el derecho de decidir sobre el futuro de las generaciones venideras. Y eso representa una enorme responsabilidad".
Aunque los politólogos coinciden en que con toda probabilidad ganen los partidarios del ingreso, Miroslav Mares estima que la participación será más baja que en las vecinas Hungría, Eslovaquia y Polonia, y el resultado a favor más apretado.
"Esto tiene relación con la situación política en la República Checa cuando los ciudadanos muestran cada vez menos interés por participar en las elecciones. Los sondeos sociológicos indican además que los checos no conceden a la entrada en la Unión tal prioridad política como al seguro social o a la lucha contra la corrupción".
El sociólogo Stanislav Hampl advierte que en vísperas del referéndum se han movido también los adversarios de la adhesión."Los detractores de la Unión Europea estuvieron decididos originalmente a no acudir a las urnas, pero tras una serie de declaraciones negativas respecto al ingreso por parte de destacados políticos checos han cambiado de opinión y expresarán su rechazo en el referéndum".
Los últimos sondeos de los institutos demoscópicos estiman que la participación sobrepasará el sesenta por ciento. Para que el plebiscito sea válido, no es necesaria la participación del cincuenta por ciento de los votantes checos, decidirá la mayoría de los que acudan a las urnas.