El Trébol de Cuatro Hojas con el que crecen los niños checos
El cómic infantil Trébol de Cuatro Hojas cumple 44 años en perfecta salud y convertido en un fenómeno social. Este año se ha estrenado una película de dibujos animados basada en la historieta y sus ediciones en papel siguen vendiendo mensualmente decenas de miles de ejemplares.
Son cuatro amigos: Myšpulín, el gato inventor, Fifinka, la perrita, Pinďa, la liebre miedosa y Bobík, el cerdo fortachón. Viven en el pueblo de Třeskoprsky, cerca del lago Blaťák, pero también en los corazones de varias generaciones de checos. Desde su primer número, el 15 de mayo de 1969, el Trébol de Cuatro Hojas (Čtyřlístek en checo) se convirtió en el cómic infantil más popular de la República Checa, sin dejar de ser en ningún momento un fenómeno cultural.
A pesar de los cambios políticos y sociales, de Internet y de la llegada de cómics procedentes de otros países, las aventuras de estos cuatro amigos se siguen publicando en la actualidad al ritmo de un número al mes, con una tirada de 40.000 ejemplares. En 2010 se merecieron una edición especial de sellos de correos y el pasado mes de febrero pudimos verlos en la gran pantalla, con la película de animación ‘El Trébol de Cuatro Hojas al Servicio de Su Majestad’.
Videojuegos, camisetas, equipamiento escolar, juegos de mesa, incluso un museo. Fifinka, Myšpulín, Pinďa y Bobík forman ya parte inseparable de la cultura checa, algo que posiblemente en el momento de su aparición, hace ya 44 años, habría parecido una locura. El primer cómic fue por completo obra del dibujante, Jaroslav Němeček. Tras el éxito obtenido se realizaron dos volúmenes más y luego ya la serie regular, en la que Němeček colaboró con la guionista Ljuba Štíplová.
Después de tantos años dedicado casi exclusivamente al Trébol de Cuatro Hojas, Němeček está lejos de considerarse atrapado por el cómic.
“La verdad es que en la vida me he encontrado lo mejor que le puede suceder a un artista, y es que durante 40 años pueda seguir haciendo lo que le hace feliz y le divierte. Y quizás poder decir: ‘he nacido para esto’. Recuerdo cuando tenía 24 años y no sabía si quería pintar en grandes lienzos o dibujar. Hacía ilustraciones clásicas. Era un tanteo, no sabía que quería hacer. Y de pronto llegó el Trébol de Cuatro Hojas, y fue como un niño que llega, como el amor que se presenta de pronto, salta la chispa, y ya lo tienes”.El secreto del Trébol para enamorar a varias generaciones sin sufrir alteraciones de peso es sin duda el buen funcionamiento de sus cuatro personajes. Cada uno tiene sus características, sus virtudes y defectos, que dan pie a diferentes situaciones y gags cómicos. Y este reparto de papeles ha permanecido invariable desde el primer número, según comenta Němeček.
“Los roles se repartieron en el mismo momento del surgimiento del Trébol, ya que cada figura da entender cuál será su carácter. Pinďa será un poco miedoso pero luego correrá rápido cuando haga falta, será un deportista. Y Fifinka es la que un poco los pone rectos, pero al mismo tiempo la que discretamente lleva la situación para que los otros se porten bien y no se pasen. Y Myšpulín el reconocido profesor, el inventor. Todo viene determinado en los primeros números”.
Con más de 500 números y diversas ediciones especiales, puede considerarse un gran esfuerzo creativo el hecho de que las aventuras del Trébol de Cuatro Hojas no se hayan adocenado con el tiempo ni se hayan vuelto repetitivas. El mérito es del equipo creativo que acompañó al cómic, especialmente de la escritora Ljuba Štíplová, que guionizó las historietas hasta su muerte en 2009, como prosigue Němeček.“Las primeras 180 historias las escribió la señora Štíplová, eran sus guiones, sus ideas. Yo solamente era el que las dibujaba. A veces estábamos de acuerdo, otras no, pero siempre intentaba ayudar y darle vida a las historias. Ahora tenemos más colaboradores. Štíplová en los últimos años se alternaba con otros guionistas, así que tuvimos suerte que su amiga, la señora Lamková, se involucrara en el rol creativo. Los demás guionistas aportan lo suyo, pero la señora Lamková es nuestra principal guionista”.
El Trébol de Cuatro Hojas es conscientemente apolítico, fruto de hecho del llamado periodo de normalización, iniciado en la Checoslovaquia comunista de los años 70. Los autores intentaron salvar en todo momento la pureza de su creación a pesar de algunos esfuerzos puntuales del régimen. Štíplová contaría años después de la llegada de la democracia que una vez querían obligarles a dibujar a los personajes del Trébol con uniformes de pioneros, los boy scouts comunistas. Štíplová argumentó que vestir a un cerdo de pionero podía ser contraproducente, y la idea se quedó en nada.En la actualidad la historieta conserva su inocencia infantil. Sin embargo, y debido a su popularidad, es a menudo parodiado con intenciones satíricas, vulgares, o incluso políticas, simplemente cambiando los textos de las viñetas o realizando nuevas variaciones de los personajes. Han aparecido incluso cómics que reelaboran el Trébol y lo convierten en una historia para adultos.
Este abuso de los cómics originales no es sin embargo considerado algo negativo por Němeček.
“Realmente es algo positivo porque el Trébol de Cuatro Hojas está destinado a niños de 6 a 11 años, y después aparece una pausa que se completa con Internet u otras aficiones. Y el Trébol se queda latente hasta los 14 y los 17 años, cuando reaparece en forma de reelaboraciones o parodias que lo ridiculizan. Y así el cómic continúa en la mente de la gente hasta el momento en el que tienen un hijo y comienzan a comprarle el Trébol, y así se pasa el testigo”.La obra de Němeček puede considerarse una piedra angular en la historia del cómic checo, por otro lado de poca tradición y reducido durante décadas únicamente al público infantil y juvenil. En sus páginas aparecían, además de las historias de Pinďa, Fifinka, Myšpulín y Bobík, cómics infantiles de otros autores que se daban a conocer gracias al tirón de sus vecinos.
El Trébol de Cuatro Hojas es un fenómeno exclusivamente checo, aún así se han traducido algunos número al inglés, al alemán y al griego.