“El sentido lúdico de los niños es universal”
El Festival de Cine Infantil de Zlín, uno de los más importantes del mundo en su género, que por estos días se celebra en esa ciudad morava, tuvo sabor venezolano el martes, gracias a la película ‘Samuel y las Cosas: el Cacao’, que se presentó a concurso. Su director, Álvaro Cáceres, se mostró muy satisfecho con la respuesta del público.
Álvaro Cáceres, cineasta venezolano, cree en la función didáctica del séptimo arte, especialmente el dedicado a los niños. Por eso participa en el proyecto ‘Samuel y las Cosas’, cuyo capítulo ‘El Cacao’, que dirigió él, acaba de ser exhibido en el Festival de Cine de Zlín.
Y con una bonita respuesta del público, como él mismo cuenta en contacto telefónico desde la ciudad morava.
“Acabamos de presentar aquí la película, en la ciudad de Zlín, estaba muy llena de niños la sala, de verdad fue espectacular, estoy muy contento con la presentación, ha sido muy bien recibida, es un gusto poder mostrar nuestro trabajo en este bello país. ‘Samuel y las Cosas’ es una película que está en español, pero la sala estaba llena de niños y ha sido muy satisfactorio esto, los niños lo han recibido con mucho entusiasmo”.
Preguntado el realizador acerca de las diferencias entre los niños checos, que vibraron con su película aunque no la hayan entendido del todo, por la barrera del idioma, con los de su país, Venezuela, es tajante.
“Yo tengo un niño de cuatro años y realmente es universal la infancia, el sentido de la curiosidad, de la alegría, el sentido lúdico de los niños es universal. Realmente encuentro que son exactamente iguales los niños venezolanos a los niños de aquí de Zlín y de la República Checa en general”.
Esa misma curiosidad de los niños es la que le hizo participar en este proyecto audiovisual venezolano, que ya ha sido presentado en varios países de habla hispana.
“Samuel y las Cosas es una serie para televisión y cine de la que hemos hecho 50 capítulos acerca de cómo funcionan las cosas. Es un audiovisual hecho en animación digital, está especialmente diseñado para niños y la idea es explicarle a los más pequeños de dónde salen las cosas, desde las más complejas, como un satélite, hasta las más cotidianas, como un dulce o un chocolate”.
Álvaro Cáceres participa en la sección competitiva de cortometrajes de animación en Zlín, festival que se clausura el domingo. Pero los premios no le quitan el sueño. “El premio es haber venido y ver la maravillosa respuesta del público”, asegura. Y si gana algo, incluso mejor.