“El que esté en nuestra contra, será aplastado”. Se cumplen 84 años de la ocupación nazi de Checoslovaquia
Con motivo del 84 aniversario de la ocupación nazi del territorio de Bohemia y Moravia, les ofrecemos varias grabaciones de archivo de la Radio Checa del juicio contra Karl Herman Frank, el cabecilla nazi responsable de la liquidación de los pueblos de Lidice y Ležáky.
“Después de una larga conversación con el canciller del Reich, después de averiguar cuál era la situación, decidí proclamar que entrego con toda mi confianza el destino de la nación y el Estado checo a las manos del líder de la nación alemana”. Con estas palabras, el presidente checo Emil Hácha cedió el territorio de Bohemia y Moravia y la vida de sus habitantes a la Alemania nazi.
Aunque Hácha fuera el presidente oficial del Protectorado de Bohemia y Moravia, proclamado el 16 de marzo de 1939 y que se mantuvo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, el poder real quedó en manos de los protectores o ministros alemanes designados por el propio Hitler. El último de ellos fue Karl Herman Frank, responsable del exterminio de los pueblos de Lidice y Ležáky. El 9 de mayo de 1945 abandonó Praga con el propósito de esconderse en Alemania. En Rokycany, en Bohemia Occidental, sin embargo, lo detuvieron soldados estadounidenses del ejército del general Patton.
“Yo dije: “Coronel, Frank es Lidice”. Con esto fue suficiente porque en EE.UU. la palabra Lidice era muy conocida. Cuando se lo dije, me concedió de inmediato el permiso para interrogar a Karl Herman Frank a las 10 de la mañana”.
Así describió los acontecimientos para la Radio Checoslovaca Bohuslav Ečer, el encargado checoslovaco en la Comisión para la investigación de los crímenes de guerra. Y la Radio Checoslovaca también siguió el transporte de Frank a Praga. Este no fue juzgado en los Procesos de Núremberg sino que lo entregaron a la justicia checoslovaca.
“El avión de correo tipo Douglas se acerca y aterriza en el área de aterrizaje. En el aeropuerto hay muchas personas, muchos coches. El avión ya se encuentra enfrente de nosotros, se abre la puerta y sale el enemigo número uno de la nación checa, el asesino de nuestra nación Karl Herman Frank. Cerca del avión está preparado un vehículo verde policial que transportará a Karl Herman Frank, el engreído que bien conocen pero que en este momento parece alguien distinto, llevado desde aquí, el aeropuerto de Ruzyně, adonde tiene que estar: la cárcel de Pankrác”.
El juicio contra Frank, que fue acusado de crímenes por 15 artículos distintos, se prolongó desde agosto de 1945 hasta mayo de 1946. De forma parecida a sus copartidarios juzgados en Núremberg, decía que solo cumplía las órdenes de Hitler y, por eso, no sentía ninguna culpa, solo la responsabilidad por haber llevado a cabo las órdenes recibidas. La mayor atención del tribunal se centró en su papel en la mencionada liquidación de los pueblos de Lidice y Ležáky.
“Se llevaron a mi hijita y hasta el momento no tengo ninguna noticia sobre ella. Perdí a mi marido, a mi padre y a cuatro hermanos. ¡Maldito asesino!”
En 1939, Frank dijo en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga: “Quien no esté con nosotros, está en nuestra contra. Y el que esté en nuestra contra, será aplastado”. Con esta filosofía, Frank no solo fue responsable por Lidice y Ležáky, sino también por la muerte de los estudiantes fusilados el 17 de noviembre de 1939, así como por las deportaciones de miles de checos a realizar trabajos forzados en Alemania y por un sinnúmero de ejecuciones, ya que tenía autorización para ordenar ejecuciones sin juicio previo.
Fue ahorcado el 22 de mayo de 1946 en la cárcel de Pankrác ante la mirada de 5000 espectadores.