El País Vasco debuta en el festival ‘Folclore sin Fronteras’

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Trajes típicos, cantos, danzas, tradiciones locales y exóticas. Los habitantes de Ostrava, en Moravia del Norte, vivirán esta semana todo eso y más. En las calles de la ciudad se celebra la XII edición del festival ‘Folclore sin Fronteras’.

Grupos y orquestas folclóricos de la República Checa, así como invitados extranjeros de España, Italia, Congo y Eslovaquia animarán a lo largo de cinco días a la Ostrava veraniega.

Por primera vez se presenta en el festival ‘Folclore sin Fronteras’ el País Vasco. El grupo Alkartasuna Euskal Dantza Taldea ha llegado desde Pasai Antxo, en las cercanías de San Sebastián. Se dedica a interpretar bailes regionales de todo el territorio vasco, tanto de España como de la vecina Francia, según explica el director del conjunto, Eneko Lilly.

“Más que nada hacemos bailes regionales de Euskal Herria (País Vasco), tanto de Guipúzcoa, Vizcaya, Navarra, como de Iparralde (País Vasco francés). Entre ellos se encuentran un par de bailes muy bonitos: kaixaranka, que bailamos encima de una caja, y otro que es de Iparralde y que bailamos encima de un vaso. Utilizamos el acordeón, luego el txistu, que es como una flauta, pero regional, una pandereta, y luego la trikitixa, que se parece mucho al acordeón, pero es otro instrumento también regional. Y para finalizar un ttun-ttun, que son unas cuerdas y tú tienes que ir pegando con un palo en las cuerdas y la vibración emite un sonido. Se utiliza en el paso del baile de vaso”.

Otro instrumento importante era la txalaparta que servía como un medio de comunicación, por ejemplo, cuando se moría alguien, agrega Eneko Lilly. “La txalaparta se utilizaba antiguamente para comunicarse de un caserío a otro. Pegaban sobre unas maderas con otras maderas y emitían un sonido que querían decir algo de caserío a caserío”.

El festival ‘Folclore sin Fronteras’ es un tanto atípico ya que no se celebra en un lugar, en una sala de conciertos, sino que se mueve por distintos distritos de la ciudad.

“Me parece mucho mejor porque me parece mucho más cercano a la gente. La gente de la calle puede ver la cultura, nos puede conocer, saber de dónde venimos. Para nosotros es también una forma de expresarnos bastante mejor que en un sitio cerrado, cobrando”.

El grupo Alkartasuna Euskal Dantza Taldea actuó hace varios años en el festival de música folclórica de Mistřín, en Moravia del Sur. En el mismo País Vasco no hay tanta oportunidad para exhibirse ante el público, apunta Eneko Lilly.

“No nos permiten hacer ningún festival, no es como aquí que tienes festivales en muchos sitios. Allí no hay festivales. Hay fiestas de pueblos y es muy difícil conseguir actuaciones”.

Sin embargo, el folclore se mantiene vivo y la gente conserva las tradiciones, dice el director del grupo Alkartasuna Euskal Dantza Taldea. “Allí la lengua y la cultura es lo que nos hace ser lo que somos, que somos vascos. Entonces, están muy vivos, tanto el idioma como la cultura”.

El festival ‘Folclore sin Fronteras’ culminará el viernes con un desfile que pasará por el centro de la ciudad y terminará en el castillo de Ostrava Silesia.

Foto: Andrea Fajkusová

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