El nuevo sistema de incentivos económicos busca cautivar a las grandes productoras de cine
Chequia anunció cambios en el sistema de incentivos para las productoras de cine, que ahora contarán con una ayuda de hasta 6 millones de euros por film.
Superada la peor etapa de la pandemia, República Checa se preparaba para recibir a las grandes productoras de cine, acostumbradas a rodar sus películas en las pintorescas calles de Praga, al tiempo que disfrutaban de los incentivos económicos del sistema checo. Sin embargo, los fondos destinados a este tipo de ayuda se agotaron a principios de año y los proyectos internacionales comenzaron a frenarse. Finalmente, el gobierno decidió ponerle pausa a la crisis.
El presupuesto estatal para el Fondo Nacional de Cine (SFK) podría recibir unos 25 millones de euros adicionales para este año, además de los más de 32 millones de euros que se destinan a este fin cada año. En 2022, las grandes producciones agotaron los fondos en tiempo record y otros proyectos en manos de productoras internacionales se vieron obligados a interrumpirse. Consultado en su momento por Radio Praga Internacional, Pavel Strnad, de Negativ Film Productions, expresaba gran preocupación por la falta de acciones por parte del gobierno.
“Pienso que sería un desastre total. Después supongo que tendríamos que esperar hasta que todo el sistema sea transformado en algo con lo que podamos trabajar en el largo plazo. Temo que esto va a tomar un año, dos o incluso tres y no podemos esperar tanto. Espero que el gobierno nos escuche porque no creo que podamos permitirnos perder tal volumen de trabajo, solo por no tener tanto dinero que el gobierno debería agregar al presupuesto. Estamos hablando de entre 160 y 202 millones de euros este año y hay otros 364 millones en juego”.
Con el anuncio de las nuevas medidas, que aún deben ser aprobadas por el Parlamento, las grandes productoras comienzan a respirar aliviadas y a proyectar nuevas expectativas. Entrevistado por Radio Praga Internacional, el director de Okko Productions, Marc Jenny, explicó que la nueva iniciativa llegó en el momento más esperado.
“Es una excelente noticia, porque estábamos en una situación catastrófica desde principios de año, por el cierre de solicitudes del crédito fiscal. Esto bloqueó por completo nuestros planes para 2022.”.
Jenny dejó en claro que, hasta el momento, la falta de fondos había imposibilitado casi por completo sus trabajos en República Checa, un país reconocido no solo por el prestigio de sus producciones y festivales de cine, sino también por su, hasta ahora, atractivo plan de incentivos. El productor dejó en claro la importancia de revitalizar este sistema.
“Solo puedo hablar por los casos que conozco, como el mío. En cuanto a las producciones que hago con Francia, la situación hizo que se frenaran los proyectos. Hoy realizar una producción en un país que no tiene sistema de ayudas es más que una limitación, es prácticamente imposible...”.
Jenny asegura que los incentivos económicos brindados por República Checa se encontraban entre los mejores del mundo, prueba de ello es la última mega producción de Netflix, The Gray Man, en gran parte producida en Chequia.
“El sistema checo es uno de los mejores que conozco porque tiene el mérito de ser simple. El sistema establecido te anima a realizar gastos en el territorio, porque desde el momento en que comienzas a gastar dinero en Chequia, el país te devuelve hasta un 20% de la cifra total”.
El nuevo sistema prevé solucionar un tema central del anterior modelo. Ahora, las productoras podrán recibir hasta 6 millones de euros en rembolsos por película. Este tope, según Jenny, es la clave de la correcta distribución de los fondos.
“Habrá que ver en la práctica si la cifra establecida corresponde con el saldo entre el tope impuesto y el total de fondos disponibles. Estamos hablando de un sistema que se puso en marcha en 2009 sin tener en el problema de la correlación entre la disponibilidad y el uso de estos fondos. Entonces, lo que sucedía era que, por ejemplo, dos películas de gran presupuesto recuperaban el 20% de sus gastos y agotaban por completo los fondos de ayuda a la producción. El tope impuesto por film debería solucionar este problema”.
A pesar de las complicaciones de los tiempos recientes, las grandes producciones cinematográficas en Repúbica Checa continúan proliferando. Prueba de ello es el film Jan Žižka, el más caro en la historia del país, que se estrena en septiembre.