El mayor accidente de la historia colapsó la autopista D1

Más de un centenar de automóviles destruidos, una treintena de heridos y unas 20 mil personas atrapadas por muchas horas en la carretera es el resultado de la mayor colisión en la historia del país, registrada el Jueves Santo en la principal autopista checa.

Foto: CTK

Un monumental choque entre 116 automóviles colapsó por once horas el tránsito automovilístico en la autopista D1, que une Praga con la ciudad morava de Brno. La carretera, que en pocos minutos se convirtió en un cementerio de coches, quedó bloqueada en ambos lados a lo largo de 43 kilómetros. En el lugar intervinieron 150 bomberos, policías y socorristas que prestaron ayuda a los afectados, así como a centenares de conductores y pasajeros que se quedaron por muchas horas capturados en sus vehículos, soportando el frío, el hambre y la sed.

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Si bien no hubo víctimas fatales, resultaron heridas 30 personas, seis de ellas de gravedad, informó Lukáš Kettner, director de los Servicios de Socorro de la región de Vysočina, donde ocurrió el accidente.

“Hemos enviado al lugar 25 socorristas y seis médicos. Varias ambulancias no pudieron llegar a su destino debido a que coches destruidos les imposibilitaron el paso. Los heridos fueron evacuados en helicópteros a los hospitales más cercanos. Se trata de la colisión más grave de los últimos decenios en nuestra región”, dijo Lukáš Kettner.

La causa principal del accidente fue una intensa nevada que afectó a la zona, según lo confirmó uno de los conductores.

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“Comenzó a nevar con gran intensidad. Debido a las bajas temperaturas la carretera se convirtió en unos pocos minutos en una pista de patinaje. De repente, alrededor mío comenzaron a volar coches”, dijo el chofer.

No obstante, existen también otros factores que ocasionaron la tragedia, indicó el jefe de la policía de tránsito de la región de Moravia del Sur, Leoš Tržil.

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“El factor más importante es quizás que muchos choferes se dejan distraer y no se dedican solo a conducir. Además, muchos subestiman la influencia de los bruscos cambios climáticos sobre el comportamiento del vehículo, así como la necesidad de mantener la distancia necesaria”, señaló Leoš Tržil.

Según agregó el jefe policial, un papel negativo jugó en este caso también el intenso tránsito, puesto que los niños checos comenzaron sus vacaciones de la Semana Santa.

Los meteorólogos advierten que las nevadas y los fuertes vientos seguirán afectando a la República Checa hasta el lunes. La policía solicitó al respecto a los choferes conducir con máxima cautela.