El lúpulo checo celebra un año de cifras récord para competir con el alemán

El sector del lúpulo checo informó de la excelente cosecha de este año, que ascendió a 8500 toneladas, la cifra más alta en un cuarto de siglo.

Este 2021 ha sido un año marcado aún por la crisis del coronavirus. El COVID ha supuesto un golpe fortísimo para las economías del mundo entero, así como para los diferentes sectores que las componen. Sin ir más lejos, la venta de cerveza se resintió con el cierre de los bares, pero, sin embargo, uno de sus ingredientes principales, el lúpulo, está de celebración en Chequia tras registrar la mayor cosecha en todo un cuarto de siglo. Chequia, entre los líderes mundiales en la producción y exportación de lúpulo, generó 8500 toneladas, una cifra récord, que llama al optimismo a pesar del contexto actual.

Jiří Smetana, vicepresidente de Arix, uno de los mayores productores y comerciantes de lúpulo del país, mostró sus impresiones ante estas cifras y valoró las claves que explican un ascenso tan importante.

Foto: Markus Spiske,  Unsplash,  CC0 1.0 DEED

“Las condiciones climáticas casi ideales para el lúpulo este año durante los períodos de primavera y verano son el motivo de estas cosechas. Hubo un cambio ideal en los períodos de lluvia y los secos, suficiente sol y temperaturas suaves y cálidas".

A pesar de los buenos resultados de este curso, Smetana no olvida las cifras de la última década, mucho menos positivas. La producción de lúpulo nacional ha estado marcada en los últimos años por la irregularidad.

Por ejemplo, en el año 2012 se produjeron 4300 toneladas. La producción de este ejercicio casi duplica la de la pasada década. Smetana explicó los motivos de esta irregularidad.

“Está estrechamente relacionado con las muy difíciles condiciones climáticas que hemos tenido en la región de cultivo de lúpulo de la variedad Saaz durante la última década. Básicamente, cuando llueve, generalmente se concentra en solo un par de días. Esto no es suficiente. No hay una buena distribución del agua durante las temporadas de primavera y verano. Además, incluso nos enfrentamos a características climáticas como granizadas, vientos fuertes y, este año, incluso tornados".

Chequia cuenta con una de las culturas cerveceras más arraigadas y ricas del mundo. No es de extrañar, por tanto, que el país también se encuentre entre los mayores productores y exportadores de lúpulo. La marca checa posee una distinción y reconocimiento internacional, que hace que muchas de las principales productoras de cerveza del mundo apuesten por su cosecha.

“Somos el tercer exportador de lúpulo del mundo. El mayor productor es Alemania, seguido de Estados Unidos. Sin embargo, somos el número uno en lo que respecta a la producción de lúpulos de aroma fino, los famosos lúpulos Saaz de la región de Žatec. Alrededor del 75 al 80 por ciento del lúpulo producido en Chequia se exporta a los mayores grupos cerveceros. Esta temporada significa que, por primera vez en seis años, nuestras reservas superarán la cantidad a vender por contrato. Los lúpulos checos se usan generalmente en las lager, especialmente en las lager premium. Por ejemplo, Stella Artois se elabora en parte con lúpulos checos. Las marcas de cerveza japonesas como Sapporo, Kirin o Asahi se elaboran también con lúpulo checo”.

Foto: René Volfík,  Český rozhlas

Smetana también hizo su valoración acerca del presente y el futuro. Los buenos resultados de este año permitirán al lúpulo checo aumentar su competitividad en el mercado, por ejemplo, contra competidores como el lúpulo alemán.

Sin embargo, este también se enfrenta a toda una serie de desafíos y nuevas posibilidades de innovación que marcarán el devenir del sector.

“Este año tenemos la oportunidad de competir un poco con los productores de lúpulo alemanes con el precio. Pilsner Urquell está trabajando en un proyecto junto con Microsoft y la start-up Agritecture, un plan que se presentó hace apenas una semana”.

El objetivo de este proyecto será monitorear la distribución del agua así como otras condiciones climáticas, en las plantaciones de lúpulo. Esto permitirá a los agricultores conocer en todo momento la salud del lúpulo y recopilar más información crítica.

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