El kayak le da la primera medalla a Chequia en Londres

Vavřinec Hradilek, foto: ČTK

El kayakista Vavřinec Hradilek dio la primera alegría a los checos de estas Olimpiadas al lograr la medalla de plata en el eslalon de kayak con un descenso vertiginoso y casi perfecto, solo superado en 1,35 segundos por el italiano Daniele Molmenti.

Vavřinec Hradilek,  foto: ČTK
Vavřinec Hradilek realizó un descenso de ensueño, rápido y sin penalizaciones, deslizándose sobre el agua rápida y firme en sus movimientos a contracorriente. Tras una semifinal discreta, con problemas para pasar una puerta que cerca estuvieron de dejarlo fuera de la final olímpica, en el momento de la verdad consiguió contener los nervios y la concentración. Saliendo el tercero, cuando llegó a meta, era siete segundos mejor que el mejor de sus predecesores, poniendo muy alto el listón para el resto de la prueba.

Cuando quedaban solo tres palistas por participar, los tres favoritos, su amigo Daniele Molmenti, que analizó el descenso de Hradilek, consiguió superarlo por tan solo 1,35 segundos. Tras él, el polaco Mateusz Polaczyk, llegó cuarto. Asegurado ya el primer metal de la expedición checa en Londres, el último en participar era el gran favorito, el líder del ranking mundial de este año, el esloveno Peter Kauzer, que acababa de hacer el mejor tiempo en la semifinal. Sin embargo no dejó de acumular penalizaciones en una final en la que llegó sexto.

Vavřinec Hradilek,  foto: ČTK
Vavřinec Hradilek estaba como en una nube con su medalla de plata ya colgada.

“La de oro hubiera sido mejor… No, qué va, ¡es fantástico! Estoy muy contento por la medalla. Cuando llegué a meta, ya estaba muy contento y no tenía la presión de las medallas porque todos hemos bajado a un gran nivel. De lo que estoy más contento es por la gente que ha venido a apoyarme y se han divertido. Tengo mucho que agradecerles. Para mí la medalla es importante, pero más lo es que a ellos les guste que yo haga este deporte”.

Lo peor, los nervios en la meta, esperando los tiempos de todos sus rivales.

Vavřinec Hradilek,  foto: ČTK
“La espera en la meta es siempre un momento delicado. Ya lo viví en el Campeonato del Mundo, en el que también quedé segundo. Todos me decían que mi tiempo era de oro, y yo les decía que no. Al final ha sido plata, así que perfecto”.

La plata de Hradilek aporta la primera dosis de optimismo para los deportistas checos en unos Juegos Olímpicos en los que han fracasado hasta el momento varias esperanzas de medalla.

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