El Gobierno de Babiš recibe el voto de confianza en su segundo intento

Jan Hamáček y Andrej Babiš, foto: ČTK/Šimánek Vít

Después de más de ocho meses de crisis gubernamental, la República Checa tiene un Gobierno que obtuvo el voto de confianza del Parlamento.

La Cámara Baja checa de 200 miembros dio su voto de confianza al Gobierno de coalición minoritario de Andrej Babiš, formado por el movimiento ANO y la Socialdemocracia. A favor del Gabinete votaron 105 diputados, incluidos los comunistas, cuyo respaldo fue decisivo en vista de que los diputados de los demás seis partidos parlamentarios se manifestaron en contra.

Jan Hamáček y Andrej Babiš,  foto: ČTK/Šimánek Vít
Después de la votación que se produjo pasada la medianoche de este miércoles, el líder socialdemócrata y ministro del Interior, Jan Hamáček, expresó su satisfacción por el hecho de que al cabo de 264 días Chequia tiene un Gobierno legítimo.

”Estoy contento porque después de un largo tiempo la República Checa tiene finalmente un Gobierno que obtuvo la confianza del Parlamento. La Socialdemocracia hará lo máximo para cumplir las promesas dadas a los electores. El debate previo a la votación fue bastante afilado, pero eso es normal en estas situaciones y también la duración de los debates no fue algo extraordinario”.

La propia votación fue precedida por más de 15 horas de debates en la Cámara Baja, durante los que no faltaron insultos verbales y acusaciones de colaboración de algunos miembros del Gobierno con el antiguo régimen comunista. También hubo comentarios en el sentido de que con el nuevo Gabinete de Andrej Babiš, respaldado por los comunistas, acaba la primera República Checa y el país se dirige hacia el Este.

Manifestantes lanzaron contra Babiš bolas de papel

Además de los arduos debates dentro de la sede de la Cámara Baja, en Praga, enfrente del edificio se reunieron centenares de ciudadanos que expresaban en voz alta, con silbidos y el sonido de tambores, su desacuerdo con un gobierno apoyado por los comunistas.

Manifestantes,  foto: Martina Schneibergová
El primer ministro, Andrej Babiš salió en horas de la noche del edificio del Parlamento para hablar con los manifestantes. No obstante, éstos lo recibieron con gritos de que los antiguos colaboradores de la Policía Secreta Comunista (StB) deben retirarse, y lanzaron contra él una botella de plástico y bolas de papel, por lo que Babiš entró nuevamente a la sede de la Cámara Baja.

El líder comunista, Vojtěch Filip, eludió comentar los ataques verbales entre los diputados y los silbidos de los manifestantes frente al Parlamento y dijo que lo decisivo es tener un gobierno legítimo y estable.

”Estoy convencido de que para los ciudadanos de la República Checa es una buena noticia, al igual que lo es para nuestros colegas de la Unión Europea, así como para otros países. Y, según he registrado, es una buena noticia también para los mercados financieros”.

La oposición se opone a la participación de los comunistas en el poder

Una postura contraria adoptan los partidos de oposición, cuyos diputados rechazaron dar su respaldo al Gobierno minoritario del movimiento ANO y la Socialdemocracia, apoyado por los comunistas.

Jakub Michálek,  foto: El partido Pirata,  public domain
El líder del opositor Partido Cívico Democrático, Petr Fiala, criticó sobre todo el hecho de que por primera vez desde la Revolución de Terciopelo de 1989 participará en el poder de alguna forma el Partido Comunista.

”Es un Gobierno que podemos calificar de medio comunista, por primera vez en la historia democrática de la República Checa los comunistas obtienen una participación en el poder. Además, se trata de un Gabinete incompleto, ya que falta ocupar un puesto tan importante como lo es el de ministro de Relaciones Exteriores”.

Los demás partidos de la oposición coinciden con esa opinión e indican que el Gobierno de coalición de Andrej Babiš está basado en un pacto de poder y no en la proximidad de los programas de los partidos que lo integran. Advierten además de que la participación de los comunistas en el poder puede resultar sumamente peligrosa.

El partido Pirata comentó por su parte que en vez de sueños esperanzadores el nuevo Gobierno de Babiš frenará el desarrollo de Chequia. El jefe de la facción parlamentaria de los Piratas, Jakub Michálek, escribió en las redes sociales que el país pierde así tres años que pudo haber dedicado al avance en Educación e Innovaciones, y al crecimiento económico basado en la libertad.