El Gobierno checo quiere legalizar la prostitución

Raven, photo: Accipiter, CC BY 3.0 Unported

La prostitución debería ser considerada una profesión como cualquier otra en la República Checa. Así lo desea el Gobierno que este miércoles aprobó el proyecto respectivo.

Los checos sanos, mayores de 18 años y sin antecedentes criminales que quieran prostituirse, deberían registrar su oficio y trabajar como autónomos. Pagarían impuestos y la seguridad social y sanitaria y acudirían a exámenes médicos regulares. Estos son los puntos principales del proyecto sobre la legalización de la prostitución aprobado por el Gobierno checo.

"El objetivo del proyecto es separar la prostitución legal de la ilegal, reducir los riesgos médicos y también la criminalidad relacionada con ella. Queremos lograr que las sanciones que sigan en caso de no respetar las reglas, sean tan eficaces que los que se prostituyan las respeten", así lo explica el ministro del Interior, Stanislav Gross.

La idea de legalizar la prostitución encuentra oposición entre muchos legisladores. El líder del democristiano Partido Popular, Miroslav Kalousek, objeta que esto no resolverá nada precisamente porque seguirá existiendo la prostitución ilegal.

"De legalizarse la prostitución, los autónomos en este oficio tendrían derecho de solicitar al Estado que proteja su mercado contra los trabajadores sexuales ilegales. El Estado se convertiría así en el mayor "proxeneta" de la República Checa".

Sin embargo, las municipalidades de las zonas fronterizas con Alemania donde más se concentra la prostitución, saludan su legalización. Por ejemplo, Ilona Smítková, la alcaldesa de Dubí, pueblo cuyo nombre llegó a ser el sinónimo para el oficio más viejo de la humanidad.

"Desde hace más de diez años hacemos todo lo posible para que el problema de la prostitución empiece a resolverse. Los ayuntamientos no tienen muchas competencias en regularla, imponen multas a las prostitutas que no las pagan...".

El proyecto aprobado por el Gobierno estipula los lugares donde la prostitución sería prohibida y entrega mayores competencias a las municipalidades para regularla. Se estima que unas diez mil personas se prostituyen en la República Checa.