El Gobierno checo dispuesto a defender el proyecto de la reforma fiscal
Acalorados debates se esperan en la Cámara de Diputados checa. Este martes empiezan las deliberaciones sobre el proyecto de la reforma presupuestaria que incluye, entre otros, modificaciones del sistema de jubilación, del sistema fiscal y de seguros.
El presidente, Václav Klaus, vetó el viernes pasado la propuesta de ley sobre el Impuesto al Valor Añadido, uno de los puntos claves de la reforma. La oposición, es decir, los comunistas y el Partido Cívico Democrático, se oponen al proyecto de reformas.
"Coincidimos en que no apoyaríamos ninguna parte del paquete propuesto por el Gobierno que prevé el aumento de los precios", indicó el jefe de la facción parlamentaria del Partido Cívico Democrático, Vlastimil Tlustý.
Pero, por otro lado, incluso algunos diputados socialdemócratas expresaron ciertas dudas sobre el proyecto de reforma. Y ahí está el problema, la Coalición gubernamental dispone de 101 escaños de un total de 200 en la Cámara.
La reforma afectaría, en gran medida, a los pequeños empresarios, indicó Vladimír Tajlzer, de la Asociación de Empresarios Checos, alegando que las medidas de la reforma arruinarían a varias compañías.
"Las compañías no serían capaces de prosperar, así que no pagarían impuestos al Estado. Todo lo contrario, pedirían al Estado dinero por medio de subsidios y ayudas sociales", dijo Vladimír Tajzler.
Se espera que el proyecto sea ratificado por la Cámara Baja en una segunda lectura, a efectuarse en septiembre. Después, los diputados volverán a deliberar sobre las eventuales modificaciones de la reforma.