El Gobierno checo aprueba un impuesto digital para gigantes como Google y Facebook
Las empresas más grandes del sector digital estarían obligadas a pagar un impuesto especial del 7 % en Chequia, según aprobó esta semana el Gobierno checo.
Grandes compañías digitales como son Google y Facebook podrían tener que pagar desde el próximo año un impuesto digital del 7 % en Chequia, según se desprende de la nueva ley aprobada por el Gobierno este lunes.
La ministra de Finanzas, Alena Schillerová, llevaba ya tiempo planeando algunos movimientos en este sentido. Además, Schillerová explicó a la Radio Checa que también se aplicará el impuesto a las campañas publicitarias de las grandes empresas digitales.
“Vamos a gravar el uso de servicios digitales que se basan en cerrar transacciones con usuarios. Son empresas que se centran, por ejemplo, en la contratación de alojamientos o servicios de taxi a través de internet”.
En opinión de Schillerová, esta ley es necesaria porque a nivel global se está haciendo poco para controlar este tipo de negocios.
“Introducimos este impuesto digital como respuesta a la lenta iniciativa para encontrar una solución general a nivel de la OCDE. Y también como reacción a una propuesta que el año pasado no se aprobó en la Unión Europea, y que yo como ministra había apoyado”.
Alena Schillerová se refería con esto a la propuesta sobre impuestos digitales que el año pasado su ministerio presentó a la Comisión Europea, la cual no tuvo éxito.
Por su parte, el ministro del Interior, Jan Hamáček, también recibió de forma positiva la aprobación de la ley, y considera que es una medida justa.
“Estoy contento con esta tasa. Vemos a nuestro alrededor estados que ponen este impuesto en un 3 % o un 5 %, pero un 7 % me parece que responde mejor a las grandes ganancias que estas empresas generan en nuestro país. Al menos una parte de ese dinero debería quedarse aquí”.
El Ministerio de Finanzas planea que esta ley esté en vigor solo unos años, de 2020 a 2024, a la espera de alguna medida general a nivel europeo. Por el momento, falta su aprobación por parte del Parlamento y del presidente de la República Checa.
Una de las empresas más afectadas sería Google, cuyos representantes en Chequia no han querido hacer comentarios sobre la posible aplicación definitiva de esta ley.
